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"Dios el Señor, que la juzga"

TEXTO PARA MEMORIZAR Apocalipsis 18:20

“Alégrate sobre ella, cielo, y vosotros, santos, apóstoles y profetas; porque Dios os ha hecho justicia en ella.”

INTRODUCCIÓN Apocalipsis 18:20-19:2Ir a la Biblia en línea (sitio externo)

Al hablar de la iglesia, el Señor Jesucristo dijo: “Las puertas del Hades no prevalecerán contra ella” (Mt. 16:18Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.). Ciertamente, a través de muchos siglos, ha existido una lucha encarnizada entre Satanás y la iglesia. El blanco de sus ataques han sido:

1. Los santos. Quiere verlos caer en pecado y deshonrar el nombre de Dios. Quiere demostrar que las promesas de Dios son falsas y que nadie puede vivir una vida santa y perfecta bajo la protección y cuidado del Altísimo. Lo triste es que, a veces, lo logra.

2. Los apóstoles (los misioneros, hoy). Quiere desanimarlos para que ya no lleven el evangelio a nuevos lugares, no se establezcan nuevas iglesias, y el trabajo se estanque; y también, en unos casos, lo logra.

3. Los profetas. Quiere callar su voz, quiere distraer a sus oyentes, quiere presentar teorías y doctrinas nuevas para derrocar las verdades que presentan, y también logra apartar algunos oídos de la verdad.

Pero, aunque la lucha es dura y tenaz, y hay dolor y sufrimiento, Dios sigue cuidando a sus santos, enviando a sus apóstoles y hablando a través de sus profetas.

Babilonia, la religión falsa de hoy (así como Satanás, quien es su autor), un día será juzgada y la sangre de los mártires será demandada de ella.

LECCIÓN Jesucristo: El Juez

Veamos qué aprendemos de la historia de Babilonia.

1. Fundada por Nimrod (Gn. 10:8-108Y Cus engendró a Nimrod, quien llegó a ser el primer poderoso en la tierra. 9Este fue vigoroso cazador delante de Jehová; por lo cual se dice: Así como Nimrod, vigoroso cazador delante de Jehová. 10Y fue el comienzo de su reino Babel, Erec, Acad y Calne, en la tierra de Sinar.), pero nunca terminada, porque Dios la juzgó (Gn. 11:8Así los esparció Jehová desde allí sobre la faz de toda la tierra, y dejaron de edificar la ciudad.).

2. Hecha grande por Nabucodonosor (Dn. 4:30habló el rey y dijo: ¿No es ésta la gran Babilonia que yo edifiqué para casa real con la fuerza de mi poder, y para gloria de mi majestad?), pero Dios castigó el orgullo de su artífice (Dn. 4:31,3231Aún estaba la palabra en la boca del rey, cuando vino una voz del cielo: A ti se te dice, rey Nabucodonosor: El reino ha sido quitado de ti; 32y de entre los hombres te arrojarán, y con las bestias del campo será tu habitación, y como a los bueyes te apacentarán; y siete tiempos pasarán sobre ti, hasta que reconozcas que el Altísimo tiene el dominio en el reino de los hombres, y lo da a quien él quiere.).

3. Hoy transitamos por ella como peregrinos (1 P. 5:13La iglesia que está en Babilonia, elegida juntamente con vosotros, y Marcos mi hijo, os saludan.), pues Dios nos ha dejado como testimonio para quitar toda excusa en el día del juicio (Jn. 17:15-23Ir a la Biblia en línea (sitio externo)).

4. Surge sentada sobre muchas aguas y gobernando las naciones (Ap. 17:3-53Y me llevó en el Espíritu al desierto; y vi a una mujer sentada sobre una bestia escarlata llena de nombres de blasfemia, que tenía siete cabezas y diez cuernos. 4Y la mujer estaba vestida de púrpura y escarlata, y adornada de oro, de piedras preciosas y de perlas, y tenía en la mano un cáliz de oro lleno de abominaciones y de la inmundicia de su fornicación; 5y en su frente un nombre escrito, un misterio: BABILONIA LA GRANDE, LA MADRE DE LAS RAMERAS Y DE LAS ABOMINACIONES DE LA TIERRA.,15,1615Me dijo también: Las aguas que has visto donde la ramera se sienta, son pueblos, muchedumbres, naciones y lenguas. 16Y los diez cuernos que viste en la bestia, éstos aborrecerán a la ramera, y la dejarán desolada y desnuda; y devorarán sus carnes, y la quemarán con fuego). Por breve tiempo gozará de poder y gloria, pero será aborrecida y desechada.

5. La que “nunca más será hallada” (Ap. 18:21Y un ángel poderoso tomó una piedra, como una gran piedra de molino, y la arrojó en el mar, diciendo: Con el mismo ímpetu será derribada Babilonia, la gran ciudad, y nunca más será hallada.).

Pero antes del día de su juicio final y de su perdición, el Juez exclama: “Salid de ella” (Ap. 18:4Y oí otra voz del cielo, que decía: Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis partícipes de sus pecados, ni recibáis parte de sus plagas), tal como lo hizo con Lot cuando estaba en Sodoma (Gn. 19:12-1412Y dijeron los varones a Lot: ¿Tienes aquí alguno más? Yernos, y tus hijos y tus hijas, y todo lo que tienes en la ciudad, sácalo de este lugar; 13porque vamos a destruir este lugar, por cuanto el clamor contra ellos ha subido de punto delante de Jehová; por tanto, Jehová nos ha enviado para destruirlo. 14Entonces salió Lot y habló a sus yernos, los que habían de tomar sus hijas, y les dijo: Levantaos, salid de este lugar; porque Jehová va a destruir esta ciudad. Mas pareció a sus yernos como que se burlaba.).

Salid... ¿obedeces?

PENSAMIENTO “Salid...”

El pueblo de Dios ha oído esta orden en forma clara y enfática más de una vez (Is. 52:11Apartaos, apartaos, salid de ahí, no toquéis cosa inmunda; salid de en medio de ella; purificaos los que lleváis los utensilios de Jehová.; Jer. 50:8Huid de en medio de Babilonia, y salid de la tierra de los caldeos, y sed como los machos cabríos que van delante del rebaño.; Zac. 2:7Oh Sion, la que moras con la hija de Babilonia, escápate.; 2 Co. 6:17Por lo cual, Salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, Y no toquéis lo inmundo; Y yo os recibiré; Ap. 18:4Y oí otra voz del cielo, que decía: Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis partícipes de sus pecados, ni recibáis parte de sus plagas), pero, ¿cuántos la obedecen?

Las reacciones son similares a cuando un gobierno, consciente de un inminente desastre (por ejemplo: un volcán haciendo erupción), da la orden de abandonar la zona de riesgo. Los hombres pueden exagerar o equivocarse y habrá alguna razón para dudar; pero Dios dice la verdad. Hay peligro de muerte si te quedas en Babilonia.

“El Sembrador”
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