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"Yo estoy a la puerta"

TEXTO PARA MEMORIZAR Apocalipsis 3:20

“He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.”

INTRODUCCIÓN Apocalipsis 2:8-118Y escribe al ángel de la iglesia en Esmirna: El primero y el postrero, el que estuvo muerto y vivió, dice esto: 9Yo conozco tus obras, y tu tribulación, y tu pobreza (pero tú eres rico), y la blasfemia de los que se dicen ser judíos, y no lo son, sino sinagoga de Satanás. 10No temas en nada lo que vas a padecer. He aquí, el diablo echará a algunos de vosotros en la cárcel, para que seáis probados, y tendréis tribulación por diez días. Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida. 11El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. El que venciere, no sufrirá daño de la segunda muerte.; 3:14-2214Y escribe al ángel de la iglesia en Laodicea: He aquí el Amén, el testigo fiel y verdadero, el principio de la creación de Dios, dice esto: 15Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueses frío o caliente! 16Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca. 17Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo. 18Por tanto, yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego, para que seas rico, y vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas. 19Yo reprendo y castigo a todos los que amo; sé, pues, celoso, y arrepiéntete. 20He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo. 21Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono. 22El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.

Para entender qué cosa es oír la voz del Señor Jesús, recordemos tres historias:

1. La de Leví o Mateo (Lc. 5:27-3227Después de estas cosas salió, y vio a un publicano llamado Leví, sentado al banco de los tributos públicos, y le dijo: Sígueme. 28Y dejándolo todo, se levantó y le siguió. 29Y Leví le hizo gran banquete en su casa; y había mucha compañía de publicanos y de otros que estaban a la mesa con ellos. 30Y los escribas y los fariseos murmuraban contra los discípulos, diciendo: ¿Por qué coméis y bebéis con publicanos y pecadores? 31Respondiendo Jesús, les dijo: Los que están sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos. 32No he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento.).

a) La voz de Cristo dijo: “Sígueme”.

b) La reacción fue: “dejándolo todo... le siguió”.

c) La primera acción fue: “le hizo gran banquete”.

2. La de Zaqueo (Lc. 19:1-10Ir a la Biblia en línea (sitio externo)).

a) La voz de Cristo dijo: “Desciende”.

b) La reacción fue: “descendió aprisa”.

c) La primera acción: “le recibió gozoso”.

3. La de Pedro (Jn. 21:3-10Ir a la Biblia en línea (sitio externo)).

a) La voz de Cristo dijo: “¿Tenéis algo de comer?”

b) La respuesta fue: “No”.

c) La primera acción fue obedecer la orden de echar la red al mar.

De aquí aprendemos tres cosas, abrir la puerta es:

1. Seguir a Cristo, dejando atrás todo lo que antes hacía.

2. Descender, es decir, humillarme a vista de todos.

3. Obedecerle en todo, confesando mi inutilidad.

¿Qué fue para ti abrir la puerta al Señor Jesús? ¿Qué cambió cuando lo hiciste?

LECCIÓN Jesucristo: El Amigo

Más adelante veremos a Jesucristo como un Juez descargando su ira sobre los rebeldes en forma muy merecida. Pero hoy lo tenemos como Amigo, aconsejando e invitando. Nos dice: Arrepiéntete, abre la puerta y aprovecha lo que te ofrezco: oro, vestidos, colirio...

Abrir la puerta

PENSAMIENTO “Si alguno abriere”

Regresemos a las tres historias que ya recordamos, para ver si en verdad hemos hecho estas acciónes.

1. Mateo, invitó también a sus amigos para que vieran cómo había cambiado (Lc. 5:29Y Leví le hizo gran banquete en su casa; y había mucha compañía de publicanos y de otros que estaban a la mesa con ellos.). Esto nos dice que recibir al Señor no es un acto que se hace en secreto.

2. Zaqueo, confesó su ayer y afirmó que su mañana sería diferente (Lc. 19:8Entonces Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: He aquí, Señor, la mitad de mis bienes doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado.). Esto nos dice que recibir al Señor va acompañado de un compromiso público.

3. Pedro, ejemplifica más la segunda parte del texto que pedimos se memorice para esta lección:

a) El Señor quería conseguir algo de comer, pero no había nada.

b) Fue hasta que obedeció al Señor que por fin tuvo Pedro algo que ofrecer.

c) Sin embargo, fue el Señor quien proveyó el pez, las brasas y el pan (Jn. 21:9Al descender a tierra, vieron brasas puestas, y un pez encima de ellas, y pan.).

Lección: yo no tendré qué ofrecer al Señor hasta que le obedezca; y aún entonces, él será quien provea lo necesario para la cena.

“El Sembrador”
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