“He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.”
Para entender qué cosa es oír la voz del Señor Jesús, recordemos tres historias:
a) La voz de Cristo dijo: “Sígueme”.
b) La reacción fue: “dejándolo todo... le siguió”.
c) La primera acción fue: “le hizo gran banquete”.
2. La de Zaqueo (Lc. 19:1-10Ir a la Biblia en línea (sitio externo)).
a) La voz de Cristo dijo: “Desciende”.
b) La reacción fue: “descendió aprisa”.
c) La primera acción: “le recibió gozoso”.
3. La de Pedro (Jn. 21:3-10Ir a la Biblia en línea (sitio externo)).
a) La voz de Cristo dijo: “¿Tenéis algo de comer?”
b) La respuesta fue: “No”.
c) La primera acción fue obedecer la orden de echar la red al mar.
De aquí aprendemos tres cosas, abrir la puerta es:
1. Seguir a Cristo, dejando atrás todo lo que antes hacía.
2. Descender, es decir, humillarme a vista de todos.
3. Obedecerle en todo, confesando mi inutilidad.
Más adelante veremos a Jesucristo como un Juez descargando su ira sobre los rebeldes en forma muy merecida. Pero hoy lo tenemos como Amigo, aconsejando e invitando. Nos dice: Arrepiéntete, abre la puerta y aprovecha lo que te ofrezco: oro, vestidos, colirio...
Regresemos a las tres historias que ya recordamos, para ver si en verdad hemos hecho estas acciónes.
1. Mateo, invitó también a sus amigos para que vieran cómo había cambiado (Lc. 5:29Y Leví le hizo gran banquete en su casa; y había mucha compañía de publicanos y de otros que estaban a la mesa con ellos.). Esto nos dice que recibir al Señor no es un acto que se hace en secreto.
2. Zaqueo, confesó su ayer y afirmó que su mañana sería diferente (Lc. 19:8Entonces Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: He aquí, Señor, la mitad de mis bienes doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado.). Esto nos dice que recibir al Señor va acompañado de un compromiso público.
3. Pedro, ejemplifica más la segunda parte del texto que pedimos se memorice para esta lección:
a) El Señor quería conseguir algo de comer, pero no había nada.
b) Fue hasta que obedeció al Señor que por fin tuvo Pedro algo que ofrecer.
c) Sin embargo, fue el Señor quien proveyó el pez, las brasas y el pan (Jn. 21:9Al descender a tierra, vieron brasas puestas, y un pez encima de ellas, y pan.).
Lección: yo no tendré qué ofrecer al Señor hasta que le obedezca; y aún entonces, él será quien provea lo necesario para la cena.