“Yo Jesús he enviado mi ángel
para daros testimonio de estas cosas en las iglesias”
(Apocalipsis 22:16).

HISTORIA, es algo que de seguro estudiaste en la escuela. Por medio de ella conociste cómo eran y qué hicieron los héroes de la patria, y otros personajes importantes de tu país y del mundo.
En la Biblia, también hay historia. El trimestre pasado estudiamos parte de ella y conocimos a reyes, profetas y sacerdotes.
Este trimestre estudiaremos profecía que es lo que viene primero, en la línea del tiempo, antes de la historia.

Pero hay una gran diferencia. La historia la pueden escribir los hombres porque están relatando cosas que vieron, y algunos escribirán la verdad y otros sólo parte de ella. La profecía, la única que dice la verdad, sólo la puede relatar Dios. También, como es Dios el que la relata, su interés principal es que conozcamos a su Hijo Jesucristo, por eso el libro que hoy estudiaremos también se llama: “La revelación de Jesucristo”.

Mucho de lo que estaremos leyendo en El Apocalipsis nos puede causar miedo, otras cosas serán difíciles de entender, porque el apóstol Juan, describe lo que vio usando palabras de su época para cosas que sólo en la nuestra tienen una palabra apropiada.

Supón que Dios le enseñó un helicóptero, un tanque de guerra, una televisión o una explosión atómica, sin usar estas palabras, ¿cómo las describirías hoy? Imagínate el diccionario del apóstol Juan y sólo usa las palabras que él usaría. ¡Qué difícil verdad!

Pero, qué bueno que el propósito de este libro no es que seamos expertos en la predicción del futuro sino que conozcamos a Jesucristo como es conocido hoy y como será conocido en el futuro.

Las lecciones nos llevan a través de tres épocas y doce frases que describen “La revelación de Jesucristo”:

	EN EL HOY DEL APÓSTOL JUAN:
	1.	“El primero y el último”	1:17
	EN EL HOY DE NOSOTROS:
	2.	“El que estuvo muerto y vivió”	2: 8
	3.	“Yo estoy a la puerta”	3:20
	EN EL MAÑANA PARA NOSOTROS:
	4.	“Un Cordero como inmolado”	5: 6
	5.	“Señor Dios Todopoderoso”	11:17
	6.	“Un hijo varón”	12: 5
	7.	“Señor de señores y Rey de reyes”	17:14
	8.	“Dios el Señor, que la juzga”	18: 8
	9.	“Dios, que estaba sentado en el trono”	19: 4
	10.	“EL VERBO DE DIOS”	19:13
	11.	“Y reinaron con Cristo mil años”	20: 4
	12.	“El Dios de los espíritus de los profetas”	22: 6

HAY varias bienaventuranzas en El Apocalipsis o Revelación que es el libro que estudiaremos este trimestre en la Escuela Dominical. Una que se repite es: “Bienaventurado el que guarda las palabras... de este libro” (Ap. 1:3; 22:7). Esto nos da una razón más para poner atención a las lecciones en esta ocasión.

“Bienaventurado” es una palabra que ya sólo se lee en la Biblia; unos la interpretan como feliz o dichoso, pero ser bienaventurado nos dice mucho más, pues hemos de entender que nuestro gozo no viene de lo que somos o hicimos, sino porque Dios hace todo para nuestro bien, nos protege de todo mal y nos promete una corona por haber sido obedientes a sus órdenes y fieles a su causa.

Entonces, en el pensamiento final de cada lección vamos a resaltar lo que debemos “guardar”, es decir, las palabras que debemos hacer nuestras y convertirlas a acciones que agraden a Dios, porque “el tiempo está cerca” (Ap. 1:3), y porque estas palabras nos dicen:

a) Por qué tiene Dios el derecho de pedir obediencia a todas sus criaturas.

b) La conducta que le agrada a nuestro Dios, y lo que le desagrada.

c) Cómo Dios galardona a los fieles y cuál es el fin de los rebeldes.

Nuestro deseo es que para cuando memorices el texto sugerido para la última lección, ya seas de los bienaventurados, porque has aprendido a guardar “las palabras de esta profecía” (Ap. 1:3) que viste en las otras once lecciones.

Pon todo de tu parte para que esto sea así.

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