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Dios, que estaba sentado en el trono


Texto para memorizar: Apocalipsis 19:7



“Gocémonos y alegrémonos
y démosle gloria;
porque han llegado
las bodas del Cordero,
y su esposa se ha preparado.”     


Introducción: Apocalipsis 19:3-10


En la lección pasada vimos la historia de Babilonia, hoy veremos la culminación de otra historia muy diferente, la de la iglesia, la Jerusalén celestial:

1. Anunciada por los profetas (1 P. 1:10-12).

2. Purificada por Cristo (Ef. 5:25-27).

3. Fortalecida por el Espíritu Santo (Hch. 1:8).

4. Perfeccionada por sufrimiento (1 P. 5:10).

5. Arrebatada de esta tierra (1 Ts. 4:16,17).

6. Vestida de lino fino (Ap. 19:8).

7. Aceptada como esposa (Ap. 19:9).

Hoy estamos a la mitad de esta historia (en el punto 4) sufriendo, ciertamente, pero trabajando en el lino que servirá de vestido para nuestra boda.


Lección: JESUCRISTO PRÍNCIPE Y SALVADOR


Dios exaltó a Cristo con su diestra “por Príncipe y Salvador” (Hch. 5:31) y así es como la iglesia ha de ver a Jesucristo.

Porque lo ve como “Príncipe”, dice: “¡Aleluya, porque el Señor nuestro Dios Todopoderoso reina!” (19:6); y demuestra que lo cree porque sus labios lo confiesan, y porque se somete a él como cabeza (Ef. 5:21-24).

Porque lo ve como “Salvador”, piensa en él como “Cordero” (Jn. 1:29), y doblegando sus rodillas, lo adora (19:4).

Obediencia a quien ve como su “Príncipe” y adoración a quien ama como su “Salvador” son acciones que se ven desde hoy en la iglesia de Cristo. ¿Se ven claramente en ti? En la eternidad, será fácil obedecerle, porque no estará Satanás para minar nuestra fidelidad. En la eternidad será fácil adorarle, porque no habrá nada que distraiga nuestra atención. Pero lo que dice que en verdad amo y respeto a mi “Príncipe y Salvador” es la conducta que observan en mí, los que me rodean.

¿MIS HECHOS DEMUESTRAN QUE CRISTO ES PRINCIPE Y SALVADOR?


Pensamiento: “Adora a Dios”


Hay miles que se pierden a quienes hemos de anunciar el evangelio; hay cientos a quienes hemos de llamar consiervos y a quienes hemos de animar y fortalecer con nuestras palabras; hay unos cuantos que Dios ha capacitado para pastorear a sus ovejas pero sólo hay UN Dios a quien adorar.

Hay varias ocasiones para usar la Biblia y predicar el evangelio o exhortar a mis hermanos. Hay algunas ocasiones cuando nos reunimos para orar... pero, para adorar a Dios, tal vez sólo haya una: La mesa del Señor.

¿Será por esto que nos es tan difícil guardar esta palabra de la profecía? Cuando nos reunimos a partir el pan y tomar de la copa en memoria del Señor, cantamos, oramos, exhortamos y mucho más, pero ¿adoramos?


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