“Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad.”
Tres verdades que no podemos explicar con ejemplos comunes o experiencias humanas:
1. “Deidad”. Todo lo que Dios es y posee.
2. “Toda la plenitud”. Todo de todo.
3. “Habita corporalmente”. Todo de todo lo que Dios es y posee está en forma real, absoluta y simultánea (es cuerpo, no pensamiento o ley) en Dios Padre, en Dios Hijo y en Dios Espíritu Santo.
Pero lo hermoso es que esto nos lo dice Dios, no como un reto para nuestra inteligencia, sino como un fundamento para nuestra fe, pues, si en Cristo está toda la plenitud de Dios y yo estoy “en él”, ¿qué me puede faltar? Estoy completo (2:10y vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo principado y potestad).
¿Son tuyas estas tres experiencias?
En este pasaje hay acciones que necesitan entenderse y creerse para, entonces, poder manifestar que estamos “confirmados en la fe” (2:7arraigados y sobreedificados en él, y confirmados en la fe, así como habéis sido enseñados, abundando en acciones de gracias.).
1. Circuncidados en él (v. 11En él también fuisteis circuncidados con circuncisión no hecha a mano, al echar de vosotros el cuerpo pecaminoso carnal, en la circuncisión de Cristo).
a) La circuncisión dada a Abraham era señal de un pacto y quedaba como marca que no podía borrarse del cuerpo.
b) La circuncisión de Cristo es también un pacto, pero Dios la hace en el corazón, quitando para siempre lo que nos hacía siervos del pecado. Recuerda lo visto en Romanos 6:6sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado. .
2. Sepultados y resucitados con él (v. 12sepultados con él en el bautismo, en el cual fuisteis también resucitados con él, mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de los muertos.).
Esto pasa “mediante la fe en el poder de Dios”. Por la fe en este poder, yo me pongo en sus manos para ser sepultado, confiando que me dará vida nueva. Es parecido a lo que creyó Abraham (Heb. 11:17-1917Por la fe Abraham, cuando fue probado, ofreció a Isaac; y el que había recibido las promesas ofrecía su unigénito, 18habiéndosele dicho: En Isaac te será llamada descendencia; 19pensando que Dios es poderoso para levantar aun de entre los muertos, de donde, en sentido figurado, también le volvió a recibir.).
Para que sea realmente vida, hizo lo siguiente:
a) Perdonó todos los pecados. Dios no nos culpa más por ellos (Ro. 3:25a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados).
b) Anuló el acta que nos era contraria. Cumplió con nuestro castigo, por eso pudo destruir los documentos que nos condenaban.
c) Despojó y exhibió a los principados. Nos tenían por engaño y fraude. Decían que carne y sangre no podían cumplir la ley, pero Cristo demostró que en el poder de Dios, sí se puede (Heb. 2:14Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo).
Si crees lo que hemos anotado, demuéstralo permaneciendo unido a Cristo, nutriendo tu fe con su Palabra y desarrollándote con el crecimiento que da Dios.