“Y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, él que es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga la preeminencia.”
Por tres lecciones estaremos pensando en Cristo, nuestro Señor. Hoy veremos cómo nos ha reconciliado con Dios.
Hay tres verdades importantes (1:22en su cuerpo de carne, por medio de la muerte, para presentaros santos y sin mancha e irreprensibles delante de él):
a) Lo hizo “en su cuerpo de carne”, personalmente.
b) “Por medio de la muerte”, esto fue el costo.
c) “Para presentaros santos y sin mancha e irreprensibles delante de él (Dios Padre)”. Este es el propósito.
Cuando estudiamos la época de los jueces y la época de los reyes, vimos cuán importantes eran los que guiaban al pueblo de Israel. Dios libraba al pueblo de sus enemigos y los volvía al camino de obediencia, pero si el que los guiaba, se olvidaba de Dios, todo el pueblo volvía a caer en pecado.
Con nosotros, esto no ha de ser así, pues nuestra cabeza no es un hombre, sino Cristo mismo, y él nunca fallará, como fallaron los jueces y los reyes de Israel.
¿Gozas tú de esta reconciliación con Dios?
1. Cristo es declarado “primogénito de toda creación”.
2. Y “primogénito de entre los muertos, para que ” (v. 18y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, él que es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga la preeminencia)
3. Entonces, es primogénito (el principal) de nosotros por dos razones: somos parte de su creación y estábamos muertos en pecados. Por esto también se llama el “postrer Adán” (1 Co. 15:22,4522Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados. 45Así también está escrito: Fue hecho el primer hombre Adán alma viviente; el postrer Adán, espíritu vivificante).
4. Agradó al Padre que esto fuera así, para poder reconciliar por medio de él todas las cosas.
b) Las que están en los cielos. Una creación sujetada a vanidad y en esclavitud de corrupción, aguardando ser libertada (Ro. 8:19-2119Porque el anhelo ardiente de la creación es el aguardar la manifestación de los hijos de Dios. 20Porque la creación fue sujetada a vanidad, no por su propia voluntad, sino por causa del que la sujetó en esperanza; 21porque también la creación misma será libertada de la esclavitud de corrupción, a la libertad gloriosa de los hijos de Dios.).
c) Y nosotros. Los que permanecemos fundados y firmes en la fe (Col. 1:23si en verdad permanecéis fundados y firmes en la fe, y sin moveros de la esperanza del evangelio que habéis oído, el cual se predica en toda la creación que está debajo del cielo; del cual yo Pablo fui hecho ministro.).
Pensemos en lo que el Padre hizo por Cristo Jesús:
a) Nos hizo aptos para participar...
b) Nos ha librado y trasladado....
c) Tenemos redención y perdón...