Navidad y
Semana Santa, fechas mundialmente conocidas y celebradas por casi la
totalidad de los pueblos, son acontecimientos que no pueden
ignorarse.
Todos saben
que el Hijo de Dios nació, vivió en este mundo y aunque fue
crucificado y sepultado, resucitó al tercer día y hoy está a la
diestra de su Padre en los cielos. No negamos que algunos ven esto
como parte de un mito o tradición, pero, porque lo rechazan como
verdad, no pueden decir que nunca lo han escuchado.
CRISTO:
EL ALFA Y LA OMEGA
Este nombre
confirma que el todo de la comunicación de Dios con sus criaturas
queda comprendido en lo que el Señor Jesús comenzó a hacer y a
enseñar (Hechos 1:1) en los días de su carne (Hebreos 5:7), y
continuará haciendo hasta el fin de nuestros tiempos.
En síntesis,
¿qué nos dice?
El
tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado;
arrepentíos, y creed en el evangelio (Marcos 1:15).
Este es el
mensaje que predicó Jesucristo al iniciar su ministerio, y sigue
siendo el mismo el día de de hoy. ¡Nunca cambiará!
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Tome nota qué
es lo que dice: Arrepentíos, y creed… Ningún otro paso es tan
importante como estos dos, ¡y hay que darlos en este orden para que
sean válidos!
PRINCIPIO Y FIN
Cuando la
eternidad dio lugar a que naciese el tiempo y el espacio, cuando
Dios dijo: Sea la luz (Génesis 1:3), Jesucristo, el Verbo de
Dios, ya era. Además, Dios declara de manera enfática: Todo fue
creado por medio de él y para él (Colosenses 1:16).
Todas
las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido
hecho, fue hecho (Juan 1:3).
Ser
Principio nos indica que todo fue creado por medio de él.
Ser Fin nos confirma que todo lo creado existe para
él, para darle alabanza, honra y gloria (Apocalipsis 5:13), y
esto nos incluye a usted y a mí, pues la Biblia nos dice que vendrá
el día cuando se doble toda rodilla… y toda lengua confiese que
Jesucristo es el Señor (Filipenses 2:10,11). Unos, ya lo hemos
hecho, hoy, en vida, ¿y usted?
La Biblia
también confirma: Porque Cristo para esto murió y resucitó, y
volvió a vivir, para ser Señor así de los muertos como de los que
viven (Romanos 14:9). ¿Ya es su Señor?
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