Aquel que con sus conocimientos ha construido aparatos fotográficos que reproducen imágenes de alta calidad y precisión, no declara que usa la misma tecnología de descomposición de colores que existe en el ojo humano, creado por Dios. Los que se deleitan con la música de las salas de concierto, no se detienen a analizar el canto del ruiseñor, del cenzontle y del cuclillo que usan las mismas notas que aparecen en la melodía de su compositor favorito. Y pudiéramos citar más casos…
¿Qué dice Dios de aquellos que ante tantas pruebas, voces y señales no reconocen que
es excelso en su poder?
Dios los entregó a una mente reprobada, para hacer cosas que no convienen; estando atestados de toda injusticia, fornicación, perversidad, avaricia, maldad; llenos de envidia, homicidios, contiendas, engaños y malignidades… (Romanos 1:28,29).
|
¿No le describe esto la condición del mundo de hoy? Cuando había temor de Dios, no había la maldad y violencia que se vive. No culpemos a Dios de lo que ahora sufrimos, sino a quienes niegan que Dios
es excelso en su poder.
Amigo lector: Si usted no es de aquellos que dicen en su corazón (manifestándolo por palabras o por hechos): No hay Dios (Salmo 14:1). Aproveche este momento para reconocer lo excelso de su poder manifestado en la obra más maravillosa de sus manos: nuestra salvación, lograda por Cristo en la cruz del Calvario. Aquí, el poder de Dios se manifiesta para salvación a todo aquel que cree (Romanos 1:16).
El hombre sigue buscando el origen del universo y de la vida; pero usted ya conoce la fuente de su salvación: Cristo. Festeja su nacimiento en Navidad, recuerda su muerte en Semana Santa…Valore y acepte lo que Dios hizo por usted, recíbalo como su Salvador y Señor y viva para agradarle.
|