Lo que sucede aquí y en Pentecostés (2:7,87Y estaban atónitos y maravillados, diciendo: Mirad, ¿no son galileos todos estos que hablan? 8¿Cómo, pues, les oímos nosotros hablar cada uno en nuestra lengua en la que hemos nacido?) es muy diferente, pero hay algo en común: las lenguas se usaron para darse a entender.
Notemos la secuencia: (a) Confusión: no se podía entender (21:34Pero entre la multitud, unos gritaban una cosa, y otros otra; y como no podía entender nada de cierto a causa del alboroto, le mandó llevar a la fortaleza.). (b) El uso del griego: Pablo aclara quién es (21:37-3937Cuando comenzaron a meter a Pablo en la fortaleza, dijo al tribuno: ¿Se me permite decirte algo? Y él dijo: ¿Sabes griego? 38¿No eres tú aquel egipcio que levantó una sedición antes de estos días, y sacó al desierto los cuatro mil sicarios? 39Entonces dijo Pablo: Yo de cierto soy hombre judío de Tarso, ciudadano de una ciudad no insignificante de Cilicia; pero te ruego que me permitas hablar al pueblo.). (c) El uso del hebreo: Pablo declara qué hace (21:40Y cuando él se lo permitió, Pablo, estando en pie en las gradas, hizo señal con la mano al pueblo. Y hecho gran silencio, habló en lengua hebrea, diciendo:).
El don de lenguas, que Pablo exhorta que se use con discernimiento, puede hacer todo lo contrario: conducir a la confusión (1 Co. 14:23Si, pues, toda la iglesia se reúne en un solo lugar, y todos hablan en lenguas, y entran indoctos o incrédulos, ¿no dirán que estáis locos?).
Recordemos que en la obra del Dios Trino, en la diversidad de dones, ministerios y operaciones, Dios es el mismo (1 Co. 12:4-74Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo. 5Y hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo. 6Y hay diversidad de operaciones, pero Dios, que hace todas las cosas en todos, es el mismo. 7Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho.) y en él no hay confusión, y todo lo que da tiene un propósito: “para provecho”. Fue así que Pablo se ganó la admiración de Claudio Lisias (23:26Claudio Lisias al excelentísimo gobernador Félix: Salud.) y la atención del pueblo.
Nunca sabremos para qué serán útiles ciertos dones que Dios nos da. Aquí fue la habilidad de hablar en lengua extranjera; en otros casos ha sido la medicina o la ingeniería que ha abierto puertas a misioneros contemporáneos.