Su visión es corta; la solución está ante sus ojos, pero no la aceptan, son como el piloto que confía más en sus sentidos que en el radar y en las direcciones de la torre de control, y por no hacer caso de ellos, ¡estrella su nave!
SOBRE esta situación, Dios tiene estas preguntas:
¿Quién es ése que oscurece el consejo con palabras sin sabiduría?
¿Es sabiduría contender con el Omnipotente? (Job 38:2¿Quién es ése que oscurece el consejo Con palabras sin sabiduría?; 40:2¿Es sabiduría contender con el Omnipotente? El que disputa con Dios, responda a esto.).
Para aquellos que argumentan que tienen la razón y que son capaces de ver por su bienestar, hay esta aseveración del profeta:
Mas (Dios) está en su santo templo; calle delante de él toda la tierra (Habacuc 2:20Mas Jehová está en su santo templo; calle delante de él toda la tierra.).
Ante la sabiduría del Omnipotente, guardar silencio es lo único que se debe hacer. ¿Cómo entender sus planes y proyectos si no le escuchamos? ¿Cómo descifrar las incógnitas de la vida si no le buscamos y ponemos atención?
ESTA es la oferta de Dios para sus criaturas que buscan entender las complejidades de la vida:
Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces (Jeremías 33:3Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces.).
Y también asegura:
Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar; sobre ti fijaré mis ojos (Salmo 32:8Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar; Sobre ti fijaré mis ojos.).
Cuando el hombre no alcanza percibir un objeto distante, usa un telescopio o unos binoculares; usa una lente de aumento o un microscopio si el objeto es muy pequeño y se vale de instrumentos diseñados especialmente, si desea investigar el comportamiento de partículas sub-atómicas.
Si esto es así en otras circunstancias, entonces, ¿por qué se aferra a usar su visión tan corta y con tantas deficiencias cuando busca conocer lo inefable e infinito de las profundidades de Dios, por un lado, y lo complejo de los designios del corazón humano, por el otro?
Dios está dispuesto a ayudarnos en esta tarea. Así como nos dio la vista, el oído, el gusto, el olfato y el tacto, para entender el mundo que nos rodea, nos dio la fe para entender lo inmutable, infinito y eterno de su obra y de su persona, y para aceptar su diagnóstico para nuestro corazón y apreciar lo justo y perfecto de sus propósitos para nuestra vida.
Para captar con precisión lo que no está al alcance de nuestros ojos, es de sabios valerse de otros medios.