ESTUDIOS BÍBLICOS - Página 1

1 de Enero de 2009                                                 Suplemento "A", Número 81
Tema de la Serie:                                               HABLANDO DE CRISTO A OTROS

LOS impíos maldicen el nombre de Cristo, los incrédulos lo desprecian, los religiosos lo llevan en sus labios, pero para el creyente, es un nombre glorioso y supremo que se lleva en el corazón. 

Este nombre satisface cada deseo, calma todo temor, sana cualquier herida, estimula todo esfuerzo, controla las pasiones y dirige cada paso. Por esto lo amamos, por esto lo defendemos, por esto lo proclamamos, pues en el nombre de Cristo:

Recibimos perdón: Os escribo a vosotros, hijitos, porque vuestros pecados os han sido perdonados por su nombre (1 Juan 2:12). Tenemos salvación: Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos (Hechos 4:12).

Gozamos vida eterna: Pero éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre (Juan 20:31).

Oramos: Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo (Juan 14:13).

Damos gracias: Dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo (Efesios 5:20).

Nos reunimos: Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos (Mateo 18:20).

Actuamos: Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él (Colosenses 3:17).

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