Al hablar del nombre de Cristo estamos, en realidad, hablando de muchos nombres, y éstos adornan las páginas de la Biblia como las estrellas engalanan el firmamento.

Escritos por inspiración divina, estos nombres describen, definen y declaran la gloria, gracia y grandeza de nuestro Señor y Salvador. También nos hablan de su deidad y humanidad; lo presentan como Rey y como Siervo; nos recuerdan su eternidad y los momentos cuando visitó nuestro mundo.

El espacio no nos permite hablar de cada uno de ellos, pero, si desea presentar a Cristo a otros, primero deberá conocerle con amplitud y no hay mejor manera para lograrlo que estudiar sus nombres y comprender su significado.
Le dejamos esta tarea.

Escogemos tres de estos nombres para meditar en ellos y captar lo que nos transmiten y aprender lo que de ellos podemos decir.

JESÚS 

Este es el nombre con el cual fue asentado en las crónicas del templo, pues fue el que José y María le dieron por indicaciones del ángel Gabriel (Lucas 1:31). El por qué de este nombre queda establecido en la instrucción del ángel: Y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados (Mateo 1:21).

Este nombre significa: Salvación, por esto Simeón dijo: Han visto mis ojos tu salvación (Lucas 2:30). La salvación de Dios no es una cosa o una instrucción, ¡es una persona!

El nombre JESÚS, nos recuerda la obra de Cristo, mediante la cual podemos gozar de eterna salvación; creer en su nombre es aceptar la oferta de salvación que Dios ofrece y los compromisos adquiridos por todos los redimidos.

Unos ejemplos de esto:

• Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios (Juan 1:12).

• El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios (Juan 3:18).

• Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla  (Filipenses 2:9,10).

• Y este es su mandamiento: Que creamos en el nombre de su Hijo Jesucristo (1 Juan 3:23).

EMANUEL 

Este nombre sólo lo encontramos en los escritos de Isaías y de Mateo y ambos se refieren a él como parte de una profecía. Se nos explica que Emanuel significa Dios con nosotros (Isaías 7:14; Mateo 1:23).