FEBRERO 5

Salmo 145:1-21Ir a la Biblia en línea (sitio externo)

“DIGNO DE SUPREMA ALABANZA”

La alabanza, primero es personal (vs. 1-31 Te exaltaré, mi Dios, mi Rey, Y bendeciré tu nombre eternamente y para siempre. 2 Cada día te bendeciré, Y alabaré tu nombre eternamente y para siempre. 3 Grande es Jehová, y digno de suprema alabanza; Y su grandeza es inescrutable.), luego es colectiva (vs. 4-94 Generación a generación celebrará tus obras, Y anunciará tus poderosos hechos. 5 En la hermosura de la gloria de tu magnificencia, Y en tus hechos maravillosos meditaré. 6 Del poder de tus hechos estupendos hablarán los hombres, Y yo publicaré tu grandeza. 7 Proclamarán la memoria de tu inmensa bondad, Y cantarán tu justicia. 8 Clemente y misericordioso es Jehová, Lento para la ira, y grande en misericordia. 9 Bueno es Jehová para con todos, Y sus misericordias sobre todas sus obras.) y al final es universal (vs. 10-21Ir a la Biblia en línea). Observemos la repetición de la palabra “todos” en la segunda parte del salmo.

A Dios se le alaba por su grandeza (vs. 1-61 Te exaltaré, mi Dios, mi Rey, Y bendeciré tu nombre eternamente y para siempre. 2 Cada día te bendeciré, Y alabaré tu nombre eternamente y para siempre. 3 Grande es Jehová, y digno de suprema alabanza; Y su grandeza es inescrutable. 4 Generación a generación celebrará tus obras, Y anunciará tus poderosos hechos. 5 En la hermosura de la gloria de tu magnificencia, Y en tus hechos maravillosos meditaré. 6 Del poder de tus hechos estupendos hablarán los hombres, Y yo publicaré tu grandeza.); por su generosidad (vs. 7-107 Proclamarán la memoria de tu inmensa bondad, Y cantarán tu justicia. 8 Clemente y misericordioso es Jehová, Lento para la ira, y grande en misericordia. 9 Bueno es Jehová para con todos, Y sus misericordias sobre todas sus obras. 10 Te alaben, oh Jehová, todas tus obras, Y tus santos te bendigan.) y por su gracia (vs. 11-21Ir a la Biblia en línea (sitio externo)). Hay tres condiciones que debemos cumplir para recibir las bendiciones de Dios. Debemos:

1. Invocarle (v. 18Cercano está Jehová a todos los que le invocan, A todos los que le invocan de veras.). No basta pronunciar su nombre al estar en apuros, debemos invocarle “de veras”. Al decir “Señor, sálvame”, debemos pensar en lo que significa la palabra Señor. “Porque todo aquel que invocare el nombre del SEÑOR, será salvo” (Ro. 10:13porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.).

2. Temerle (v. 19Cumplirá el deseo de los que le temen; Oirá asimismo el clamor de ellos, y los salvará.).

3. Amarle (v. 20Jehová guarda a todos los que le aman, Mas destruirá a todos los impíos.).

Los últimos requisitos no son incompatibles; al contrario, son inseparables. El temor no permite que el amor degenere en presunción y familiaridad en nuestro trato con Dios. Y por el otro lado, el amor evita que haya servilismo o adulación mezquina al acercarnos a Dios.

Al invocar el nombre de Dios hagámoslo con temor y con amor en perfecto equilibrio.

“El Sembrador”
La Semilla es la Palabra de Dios
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