DICIEMBRE 24

2 Timoteo 4:1-8Ir a la Biblia en línea (sitio externo)

“QUE PREDIQUES LA PALABRA”

Llegamos a las últimas palabras del apóstol. Son un encargo muy solemne delante de Dios y del Señor Jesucristo que viene a juzgar. El encargo es predicar: (a) Con urgencia: convencido de la importancia del “HOY” ligado con el evangelio. (b) Con pertinencia, porque para exhortar, reprender y redargüir es necesario conocer bien las circunstancias del oyente. (c) Con paciencia, aguardando el fruto que viene del Señor. (d) Con inteligencia. Debe haber base doctrinal en toda enseñanza. Hay dos razones para el encargo: muchos dan la espalda a la sana doctrina y la partida del apóstol está próxima.

Al hablar de sí mismo Pablo indica:

1. Su actitud ante el presente (v. 6Porque yo ya estoy para ser sacrificado, y el tiempo de mi partida está cercano.). Está tranquilo y está ocupado animando y exhortando a Timoteo.

2. Su avalúo del pasado (v. 7He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe.). Como combatiente había “peleado la buena batalla”. Como corredor había “acabado la carrera”. Como creyente había “guardado la fe”.

3. Su anhelo para el porvenir (v. 8Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida.). Quería estar ante el “juez justo” donde recibiría la corona. Nerón era juez injusto.

Amar la venida del Señor tiene una influencia santificadora sobre nuestra vida y es motivación a servicio fiel.

“El Sembrador”
La Semilla es la Palabra de Dios
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