DICIEMBRE 21

2 Timoteo 2:1-13Ir a la Biblia en línea (sitio externo)

“ESFUÉRZATE”

La gracia no sólo nos trae salvación (Ef. 2:8Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; Tit. 2:11Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres), también nos enseña a dar cada paso en nuestra vida. No está reñida con las obras porque debemos esforzarnos en la gracia que es en Cristo Jesús.

Aprendamos que debemos esforzarnos en la gracia con:

1. La fuerza dedicada de un soldado (vs. 3,43Tú, pues, sufre penalidades como buen soldado de Jesucristo. 4Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel que lo tomó por soldado. ). No debemos enredarnos en las cosas del mundo sino recordar que nuestra lealtad debe ser para el que nos tomó por soldados.

2. La fuerza disciplinada de un atleta (v. 5Y también el que lucha como atleta, no es coronado si no lucha legítimamente.). No debemos infringir las reglas. Los dones tienen sus instrucciones especiales; los hombres y mujeres, sus esferas propias, y toda actividad debe ajustarse a la voluntad de Dios. El esfuerzo es vano si no hay disciplina. No hay premio si no se lucha legítimamente.

3. La fuerza duradera del labrador (v. 6El labrador, para participar de los frutos, debe trabajar primero. 7). No debemos desmayar en el trabajo y esto lo lograremos si nos acordamos de Jesucristo (v. 8Acuérdate de Jesucristo, del linaje de David, resucitado de los muertos conforme a mi evangelio), si consideramos al “autor y consumador de la fe”, al que “sufrió... contradicción de pecadores” y resistió “hasta la sangre, combatiendo contra el pecado” (Heb. 12:1-41Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, 2puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios. 3Considerad a aquel que sufrió tal contradicción de pecadores contra sí mismo, para que vuestro ánimo no se canse hasta desmayar. 4Porque aún no habéis resistido hasta la sangre, combatiendo contra el pecado). Dios conoce que somos propensos a desmayar, pero “él permanece fiel” (v. 13Si fuéremos infieles, él permanece fiel; El no puede negarse a sí mismo.).

“El Sembrador”
La Semilla es la Palabra de Dios
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