Habiendo tratado la relación con los creyentes en general y particularmente con las viudas, llegamos a dos relaciones más:
1. Con los ancianos de la iglesia (5:17-22Ir a la Biblia en línea).
En el 5:1No reprendas al anciano, sino exhórtale como a padre; a los más jóvenes, como a hermanos la palabra “anciano” se usa con referencia a edad, pero aquí se trata de los que gobiernan la iglesia. Las palabras “doble honor” significan ayuda económica. Como lo hace en otros pasajes, aquí el apóstol insiste en que el obrero es digno de su salario.
También hay instrucciones sobre cómo debemos proceder cuando hay acusaciones en contra de un anciano. Debe haber suficiente evidencia; la disciplina debe ser pública, sin prejuicios ni parcialidad.
Asimismo enseña que no debe haber precipitación en el reconocimiento de un anciano (v. 22No impongas con ligereza las manos a ninguno, ni participes en pecados ajenos. Consérvate puro.). Hace falta tiempo para conocer lo bueno y lo malo (vs. 24,2524Los pecados de algunos hombres se hacen patentes antes que ellos vengan a juicio, mas a otros se les descubren después. 25Asimismo se hacen manifiestas las buenas obras; y las que son de otra manera, no pueden permanecer ocultas.).
Los esclavos deben honrar a sus amos, sean éstos creyentes o no. Observemos que no se declara la guerra a las estructuras sociales. El evangelio cambia actitudes interiores de siervo y libre, de rico y de pobre.
Como un paréntesis en estas advertencias, hay una breve alusión a la salud precaria de Timoteo y el consejo de tomar vino, en vez de agua. Observemos que estas palabras siguen al mandamiento: “Consérvate puro” (5:22No impongas con ligereza las manos a ninguno, ni participes en pecados ajenos. Consérvate puro.).