Julio 26

Éxodo 20:1-26Ir a la Biblia en línea (sitio externo)

LOS DIEZ MANDAMIENTOS

Estos fueron dados tres veces: oralmente (v. 1Y habló Dios todas estas palabras, diciendo); en tablas de piedra escritas por el dedo de Dios (Éx. 24:12Entonces Jehová dijo a Moisés: Sube a mí al monte, y espera allá, y te daré tablas de piedra, y la ley, y mandamientos que he escrito para enseñarles.; 31:18Y dio a Moisés, cuando acabó de hablar con él en el monte de Sinaí, dos tablas del testimonio, tablas de piedra escritas con el dedo de Dios.), y otra vez después de que Moisés quebrara las originales (Éx. 34Ir a la Biblia en línea). La ley fue dada exclusivamente para Israel. Esto es muy evidente en los primeros versículos de este capítulo. No observar este detalle es causa de mucha confusión el día de hoy.

La ley tiene dos partes: los primeros cuatro mandamientos indican responsabilidad hacia Dios y los seis restantes hacia el prójimo (Mt. 22:37-3937Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. 38Este es el primero y grande mandamiento. 39Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.; Ro. 13:9,109Porque: No adulterarás, no matarás, no hurtarás, no dirás falso testimonio, no codiciarás, y cualquier otro mandamiento, en esta sentencia se resume: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. 10El amor no hace mal al prójimo; así que el cumplimiento de la ley es el amor.). Si el lector de estas notas buscó estas citas (y pierde mucho el que no busca las citas) habrá notado algo contrario al concepto común que hay de la ley: “El cumplimiento de la ley es el amor”.

La ley, al igual que 1 Corintios 13Ir a la Biblia en línea, es un análisis del amor. Si amamos a Dios por sobre todas las cosas, esto se dejará ver en nuestra relación con nuestros semejantes (1 Jn. 4:20Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto?). No estamos bajo la ley, pero tenemos al Espíritu Santo para que la justicia de la ley se cumpla en nuestras vidas (Ro. 8:4para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.).

A las tres veces que la ley fue dada añadamos éstas: cuando Cristo vino a vivirla (Mt. 5:17No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir.) y cuando es escrita en nuestra mente y corazón (Heb. 8:10Por lo cual, este es el pacto que haré con la casa de Israel Después de aquellos días, dice el Señor: Pondré mis leyes en la mente de ellos, Y sobre su corazón las escribiré; Y seré a ellos por Dios, Y ellos me serán a mí por pueblo; 10:16Este es el pacto que haré con ellos Después de aquellos días, dice el Señor: Pondré mis leyes en sus corazones, Y en sus mentes las escribiré). Recordemos, no estamos bajo la ley, la tenemos en nuestro corazón y en nuestra mente.

“El Sembrador”
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