Llegamos hoy al final de la primera división del Libro de Éxodo. Hemos visto la gracia de Dios oyendo el clamor de los esclavos, preparando un libertador, hiriendo a Egipto con plagas y juicios, protegiendo a su pueblo bajo la sangre y sacándolo de Egipto con brazo fuerte, proveyendo en el desierto agua y pan para su sustento y dándole la victoria sobre sus enemigos.
La lectura de hoy nos habla de gobierno. Jetro aconseja a Moisés a compartir la responsabilidad de juzgar al pueblo. Sobrecargarse uno mismo con demasiadas responsabilidades y ocupaciones en la iglesia es un error por las siguientes razones:
1. Cansa y vuelve inútil al que quiere hacerlo todo.
2. Hace caso omiso de los dones que Dios ha dado a otros. (El remedio que sugirió Jetro tiene mucho en común con lo que hicieron los apóstoles en Hechos 6:2-42Entonces los doce convocaron a la multitud de los discípulos, y dijeron: No es justo que nosotros dejemos la palabra de Dios, para servir a las mesas. 3Buscad, pues, hermanos, de entre vosotros a siete varones de buen testimonio, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, a quienes encarguemos de este trabajo. 4Y nosotros persistiremos en la oración y en el ministerio de la palabra. ). En ambos casos se insiste en los requisitos que deben llenar los que compartirán el trabajo (Comp. v. 21Además escoge tú de entre todo el pueblo varones de virtud, temerosos de Dios, varones de verdad, que aborrezcan la avaricia; y ponlos sobre el pueblo por jefes de millares, de centenas, de cincuenta y de diez.; Hch. 6:3Buscad, pues, hermanos, de entre vosotros a siete varones de buen testimonio, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, a quienes encarguemos de este trabajo.). Si sobrecargarse es un error, no aceptar responsabilidad es un error más grande.
“¿No sabéis que hemos de juzgar a los ángeles? ¿Cuánto más las cosas de esta vida?” (1 Co. 6:3¿O no sabéis que hemos de juzgar a los ángeles? ¿Cuánto más las cosas de esta vida?).