Prensa de construcción casera

Prensa de construcción casera.

Eglón Harris,
FUNDADOR

Datos biográficos

No podía faltar la biografía de este varón sorprendente como testimonio a la gracia de Dios.

MAQUINARIA que aún existe, como esta prensa rudimentaria de construcción casera, es testimonio del ingenio y tenacidad que este siervo de Dios puso al servicio de su Señor.

Detalles de su historia también resaltan su amor a Quien lo redimió y a México, que reconoció como su segundo hogar.

La conversión de don Eglón Harris.

UN domingo por la noche, el 15 de noviembre de 1879, un cómico hablaba a una gran concurrencia en un teatro de Salisbury, Inglaterra. Muy cierto que sus palabras no causaban risa como en ocasiones anteriores, pero todos estaban atentos a lo que decía. ¿Qué le había pasado?

Convertido ya al Señor, el cómico había dejado su oficio de entretener con vanidades y estaba predicando el evangelio que trae gozo duradero al alma.

Uno de los oyentes fue un joven de 17 años que, impresionado de tal manera por lo que oyó, al llegar a casa no pudo dormir. Había descubierto que era pecador y necesitaba de un Salvador. En el teatro había oído del único que puede salvar, y esa misma noche se entregó al Señor Jesucristo decidiendo servirle con sus habilidades y con sus dones.

Este joven fue: Eglón Harris.

El puente de Metlac, después de su reconstrucción.

El puente de Metlac, después de su reconstrucción.

Anécdota interesante.

TRADICIÓN oral liga a don Eglón con el ferrocarril, y un día, buscando en los archivos históricos de la ciudad de Orizaba, se encontró narrado lo acontecido el 7 de septiembre de 1888, cuando un ciclón azotó la región de Orizaba.

Este es el resumen de lo leído en un documento de la historia de Orizaba.

Después de unos catorce días de lluvia abundante, especialmente en la cordillera del volcán Citlaltépetl, los ríos Metlac y Orizaba cobraron un ímpetu jamás antes visto. El río Orizaba, que atraviesa el centro de la ciudad, hizo destrozos sorprendentes, destruyendo sus formidables puentes con los troncos de gigantescos árboles y enormes piedras que arrastraba; y el río Metlac hizo lo mismo al toparse con el puente ferroviario de Metlac, una obra maestra de la ingeniería inglesa, primero por su altura y después por su forma en herradura.

¿Se oiría de esta catástrofe en Inglaterra? ¿Alguna compañía inglesa fue contratada para su restauración? ¿Vendría don Eglón con ella, y de esta manera nacería su amor por México?

Algo de esto pudiera ser cierto, porque siempre se unió la figura de don Eglón con el ferrocarril mexicano.

El llamado de Dios.

CUANDO sintió el llamamiento a salir de su tierra para llevar el evangelio a alguna parte menos privilegiada, Dios dirigió su atención hacia México.

El 7 de mayo de 1891 llegó al puerto de Veracruz decidido a servir a su Señor. Venía con su esposa Emma y su hija: Elgie, nacida en abril de 1889.

Al principio, vivió en la cuidad de Tehuacán, Pue., por encontrarse allí las familias Bright y Stranger, con quienes iniciaría su ministerio en español, aprendiendo el idioma y adaptándose a la cultura de ese entonces.

Adaptarse al clima y a la altura de Tehuacán no fue fácil, pero la prueba más difícil vino al buscar dónde establecer su hogar. El pueblo los rechazó, y él, su esposa y su hija de dos y medio años, tuvieron que encontrar refugio en el parque central de Tehuacán hasta que un alma se compadeció de ellos.

Menos de cuatro meses después de su llegada a México, doña Emma enfermó de tifoidea y llegó a la presencia de su Señor el 18 de Septiembre de 1891.

Nuevamente encontró oposición del pueblo y sólo con oración y paciencia pudo obtener un sitio donde depositar el cuerpo de su amada. Pero don Eglón decidió seguir en México y cumplir con el llamado de su Señor. Era un hombre de valor inquebrantable y decisiones firmes.

Su traslado a Orizaba.

Elgie, Netty y Juan, hijos de don Eglón, trabajando en “El Sembrador”(por el año de 1911).

Elgie, Netty y Juan, hijos de don Eglón, trabajando en “El Sembrador”
(por el año de 1911).

EN 1892 decidió trasladarse a Orizaba, y el 21 de enero de 1893, contrajo matrimonio con Frances Hatherly, quien vino desde Inglaterra como ayuda en su ministerio.

En años posteriores, Dios les dotó de una familia: Netty (1894); Frances (1898); Juan (1900); Carlos, (1903); Guillermo (1905), y Eduardo (1909).

En 1902 su pequeña Frances, enfermó de fiebre escarlatina y murió, también don Eglón y su esposa Frances se vieron graves con esta enfermedad, pero, por la mano sanadora de Dios, se recuperaron.

Don Eglón y doña Fanny (así le llamaron de cariño), iniciarion una escuela para enseñar a leer y escribir a los niños marginados y así abrir el campo para sembrar la semilla en esta ciudad.

A pesar de oposición y de intentos de quemar la escuela y el lugar de reunión, persistieron en predicar el evangelio, y Dios bendijo sus esfuerzos, que fueron regados con lágrimas.

Caminos por donde don Eglón llevó el evangelio en el Estado de Puebla.

Caminos por donde don Eglón llevó el evangelio en el Estado de Puebla.

Dios, a través de los años, prosperó la predicación del evangelio por sus labios. En sus viajes, siempre buscaba reunir un auditorio para presentarles el mensaje del evangelio, y también, dejaba por el camino que transitaba, folletos, Biblias y porciones de la Escritura en manos de interesados.

A principios del siglo XX, Orizaba se convirtió en un centro industrial que atrajo varones de los estados vecinos, algo que Dios usó para que su Palabra se extendiera por estas regiones; pues algunos de los obreros de las fábricas textiles aceptaron a Cristo como su Señor y desearon llevar el evangelio a sus ciudades nativas.

Don Eglón aprovechó esta oportunidad, y como resultado de sus labores, al ser llamado por su Señor, dejó más de 30 grupos de creyentes en diferentes puntos en los Estados de Veracruz y Puebla.

Nace: Publicaciones “El Sembrador”.

AL inicio del siglo XX muchos varones estaban aprendiendo a leer, y para lucir sus habilidades, leían en público cualquier hoja que llegara a sus manos, ¡qué mejor manera de propagar el evangelio a toda criatura!

En el Estado de Veracruz, don Eglón usó, mayormente, el ferrocarril.

En el Estado de Veracruz, don Eglón usó, mayormente, el ferrocarril.

Después de mucha oración, Dios le proveyó de maquinaria y de todo lo necesario para la obra de la palabra impresa y, en agosto de 1894, nace “El Sembrador”: un folleto de ocho páginas cuyo tiraje creció, bajo la bendición del Señor de la mies, y ha seguido publicándose hasta hoy.

Los primeros números de “El Sembrador” incluyeron en sus páginas dos temas que son testigos al talento visionario de don Eglón:

a) El Progreso del Peregrino. Una alegoría que en forma amena y sencilla presenta muchas verdades de la sana doctrina.

b) Historias de quienes sufrieron persecución en España durante la época de la inquisición.

Esto preparó a los nuevos creyentes a mantenerse firmes al sufrir amenazas del pueblo y tener que padecer por el nombre de Cristo. En esos primeros años, algunos dieron su vida por su Señor.

“El Sembrador” también presentó un sin número de artículos que, años atrás, había publicado el hermano Santiago Pascoe en Toluca, Estado de México. Éstos trataban los errores que presentaba el catolicismo de esa época y fueron muy usados por los trabajadores de las fábricas textiles que presentaban el evangelio a sus familiares y amigos al visitar sus ciudades de origen.

Dios llama a don Eglón a su presencia.

POR muchos años su corazón le molestó, causándole grande fatiga, pero no cesó en sus labores. El 12 de noviembre de 1932, pasó a la presencia de Aquel a quien anhelaba ver, habiéndole servido en México por más de 38 años.

Sus hijos Juan y Guillermo y su hija Netty, continuaron fielmente el trabajo, cosechando mucho del fruto de sus labores. Bien dice la Escritura de los siervos de Dios: “Descansan de sus trabajos, pero sus obras con ellos siguen” (Ap. 14:13).

Misión, Visión y Compromiso

Tomado de un cuadro en los talleres de “El Sembrador” en 1911. Nos habla de nuestro compromiso: enviar las nuevas de paz y alimentar las ovejas,
sin quitar los ojos de la cruz.

 

“El Sembrador”
La Semilla es la Palabra de Dios
Apartado Postal 28,
94300, Orizaba, Ver., México.
xm.gro.rodarbmesle@rodarbmesle