Copia de la prensa de Gutenberg

Copia de la prensa de Gutenberg

TESTIMONIO
HISTÓRICO
de tres
generaciones

Tres generaciones han estado sirviendo al Señor de la mies, compartiendo la Palabra de Dios por medio de la página impresa.

CIENTO VEINTE años han transcurrido desde que, de una imprenta rústica, salieron los primeros folletos con el nombre de: “El Sembrador”. ¿Qué fruto ha habido de estas labores ininterrumpidas? La eternidad dará un testimonio glorioso y completo, pero nuestros ojos pueden ver, hoy, testimonios claros de la gracia de Dios; y con este fin presentamos estos datos.

La época de su fundador: Eglón Harris.

EL primer número de “El Sembrador” salió con fecha de 1° de agosto de 1894, y fue respuesta a las oraciones de don Eglón y otros hermanos de Inglaterra, que deseaban usar la palabra impresa como medio para difundir el evangelio en México.

Don Eglón llegó a México el 7 de mayo de 1891, y en cierta forma continuó el trabajo que en el campo de la imprenta había comenzado en Toluca, por el año de 1865, el hermano Jaime Pascoe, a quien se unió el hermano Bright. En 1892 se trasladó de Tehuacán a Orizaba por ser ésta una ciudad mejor comunicada con Veracruz, puerto por donde llegarían maquinaria y materia prima.

“El Sembrador” apareció impreso en aparatos rudimentarios, como un folleto mensual de 8 páginas y su primer tiraje fue de 2,000 ejemplares. Al año siguiente se publicó una colección de folletos llamada: “Flechas del Aljaba Evangélica”, que reunían artículos dirigidos a responder preguntas sobre errores doctrinales, y otra, llamada: “Palabras de Vida”, que reunía artículos con fines evangelísticos.

Don Eglón Harris, Fundador

Don Eglón Harris, Fundador.

En 1896 los artículos de “El Sembrador” aparecieron reimpresos en folletos de dos hojas bajo el nombre de: “Buena Semilla”, y de una hoja: “Granos de Oro”. Para 1897 ya se publicaban el Evangelio según San Marcos en letra grande y otros folletos como: “La historia de Andrés Dunn”, “Supuesta visita de San Pablo a México”, “La Senda Antigua”, “El Progreso del Peregrino” y muchos folletos evangelísticos y aclaratorios con respecto a enseñanzas y doctrinas falsas.

Antes de 1910 había llegado el tiraje de “El Sembrador” a 50,000 ejemplares por número, pero debido a los problemas de la Revolución, bajó a 10,000 ejemplares.

En 1928 “El Sembrador” invitó a sus suscriptores a afiliarse a La Unión Bíblica, organización internacional que fue fundada en 1879, con el único fin de estimular la lectura diaria de la Biblia. También, para 1932, ya se había incrementado su circulación a más de 60,000 ejemplares, e incluido en sus publicaciones: “Himnos de Fe, Esperanza y Amor” e “Himnos de Sión”.

Esto resume la visión de un siervo de Dios de usar la imprenta como medio para propagar el evangelio y fortalecer la fe de los creyentes. Hoy, a ciento veinte años de distancia, podemos ver que en verdad: “Sus obras con ellos siguen” (Ap. 14:13).

Segunda época: el trabajo de Eglón Juan Harris.

CUANDO en 1932 el Señor llamó a su presencia a don Eglón, el trabajo de la imprenta quedó en manos de sus hijos que habían aprendido varios aspectos de la obra: don Juan, el trabajo de editar y escribir los mensajes; don Guillermo, mantenimiento y reparación de maquinaria, y la Srita. Netty, encuadernación y archivo de suscriptores.

Aparecieron muchas publicaciones nuevas que, principalmente, fueron recopilaciones de artículos ya escritos y publicados con anterioridad; nos referimos a: Serie “Aviso Oportuno”, Serie “Aclaraciones de Vital Importancia” y Serie “Ramilletes”. También se imprimieron libros como: “El Católico Cristiano” y “Los Dos Caminos y Los Dos Destinos”. Finalmente, debemos mencionar por su importancia, la sección: “Estudios y Apuntes Bíblicos”, que desde 1934 aparece, como columna, en “El Sembrador”.

A don Juan Harris siempre se le recuerda por sus predicaciones llenas de aliteraciones y acrósticos, pues este método didáctico fue su predilecto en la enseñanza de niños, jóvenes y adultos.

En 1936 apareció “El Correo Evangélico” con los mismos artículos de “El Sembrador”, pero compartiendo la visión de una Asociación Cristiana de Empleados de Correos, que tenía como meta poner un Nuevo Testamento en las manos de todos los carteros del mundo.

Don Eglón Juan Harris, Editor de “El Sembrador” 1932-1975.

Don Eglón Juan Harris, Editor de “El Sembrador” 1932-1975.

Por varios años, “El Correo Evangélico” cubrió con sus mensajes y envió sus ofertas a todas las oficinas de Norte y Centro América y Cuba, hasta que el permiso de publicación fue retirado en 1968, habiéndose publicado cerca de 200 números diferentes.

En octubre, 1952, se recibieron varias máquinas por conducto de don Enrique Dedman, un hermano de E.U.A. que tenía sobre su corazón el trabajo en cárceles mexicanas y en Cuba, y que nos visitaba con frecuencia; esto le permitió a “El Sembrador” afrontar la demanda de la palabra impresa que había crecido considerablemente. Tan sólo “El Sembrador” llegó en esta época (1955) a su mayor circulación: 440,000 ejemplares.

Con la llegada de la nueva maquinaria se abrió otra puerta de servicio: La Unión Bíblica, nos permitió copiar sus “NOTAS”, mismas que desde 1953 fueron añadidas como publicaciones de “El Sembrador”. Estas sirvieron para fomentar aún más la lectura diaria de la Palabra de Dios.

En esta época se supieron aprovechar muchas oportunidades: las oficinas de Correos tenían tarifas muy cómodas, no había disturbios políticos en las naciones vecinas, y sobre todo, el panorama económico era totalmente diferente.

La semilla sembrada fue abundante, mucha ya fue cosechada, pues nos han llegado cartas que testifican de bendición recibida por las diversas publicaciones de esa época.

Don Juan Harris partió a estar con su Señor a la edad de 80 años, el día 19 de febrero de 1980, estando en Inglaterra, habiendo compartido con sus hijos la responsabilidad de la imprenta por algunos años.

1970-1990 Una época de decisiones.

DESDE 1968 se suscitaron en México muchos cambios en el orden político, económico y cultural, esto, aunado a cambios de tecnología en el ámbito de la página impresa. Cambios que han tenido que considerarse para ser “buenos administradores” de los bienes que Dios ha concedido a “El Sembrador” y puesto a nuestro cuidado.

Los paquetes de “El Sembrador” siendo llevados al correo cerca del año 1955.

Los paquetes de “El Sembrador” siendo llevados al correo cerca del año 1955.

Cuba era una nación que recibía muchos millares de “El Sembrador”. Había un nexo muy fuerte entre las dos naciones, pero las puertas se cerraron. Por más de un año, aunque se enviaba la literatura, había un gran silencio, no recibíamos ninguna carta. ¿Recibían “El Sembrador”? Después de un tiempo se decidió suspender los envíos.

Unos años más tarde, el permiso para enviar “El Correo Evangélico” con tarifa especial, fue retirado por la oficina de Correos en México. Por varios años se había continuado este ministerio con muy poco apoyo económico (recuerden que se enviaban gratis Nuevos Testamentos y folletos a todos los empleados de Correo que lo solicitaban). Se interpretó esto como una voz de Dios para suspender este ofrecimiento y descontinuar su envío.

Poco después las tarifas postales cambiaron y era muy costoso enviar a España, Alemania (se repartían muchos folleto entre expatriados que trabajaban en ese país) y Australia (aquí se distribuía en colonias de latinos que habían emigrado por cuestión de trabajo), así como a países de otros continentes. La situación costo-beneficio tuvo que analizarse y, finalmente, éstos envíos también se descontinuaron.

En 1974, se instaló “La Unión Bíblica” en la Ciudad de México, y “El Sembrador” dejó de producir su material. Sin embargo, varios problemas hicieron difícil que continuara este proyecto y las “Notas sobre la Porción Diaria” dejaron de publicarse en México.

¿Tocaría a “El Sembrador” suplir esta necesidad? La respuesta a esta pregunta abrió nuevas puertas para nuevos proyectos.

Tercera época: Ronaldo A. Harris y W. Eglón Harris reciben el ministerio.

EL ministerio de “El Sembrador” comenzó a ampliarse y el trabajo de edición y publicación de material impreso añadió otro objetivo: además de mensajes evangelísticos y aquellos enfocados a nuevos creyentes en peligro de caer víctimas de un error sembrado por Satanás, comenzamos a escribir artículos enfocados a suplir las necesidades de crecimiento y expansión de la iglesia de Cristo, y partimos pensando en las necesidades de las Iglesias Locales vecinas a la ciudad de Orizaba, Ver. y Tehuacán, Pue.

En 1978 se tomó la decisión de editar “La Buena Parte” (lecturas y comentarios para meditación diaria) y “Enseñarás el Buen Camino” (lecciones semanales enfocadas al ministerio de la Escuela Dominical), para suplir dos necesidades prioritarias en la alimentación de la grey del Señor.

Otro campo de decisiones fue tocante a equipo: el linotipo que había estado trabajando desde 1952 y que fue comprado de segunda mano, perteneció a una metodología de artes gráficas que llegó a ser obsoleta en E.U.A. y comenzaba a ser difícil conseguir refacciones y accesorios. ¿Deberíamos cambiar el sistema de trabajo?

En 1979 se vendió una prensa y se adquirió la maquinaria y el equipo necesario para comenzar con el sistema “Offset”. Este nuevo sistema abrió otros campos de trabajo, pues salía redituable hacer tirajes cortos y también se facilitó incluir en nuestras publicaciones fotografías, dibujos y diagramas.

Ronaldo A. Harris, Editor 1952-2000.

Ronaldo A. Harris,
Editor 1952-2000.

Desde estas fechas comenzamos a producir material para la enseñanza de la Biblia a niños y adolescentes, tanto en la Escuela Dominical como en ministerios de expansión que iniciaron en diversos barrios de la ciudad.

Desde el punto de vista editorial, también hubo decisiones importantes que hacer. El catolicismo estaba cambiando muchas de sus enseñanzas básicas, y folletos como “La Senda Antigua”, enfocados a enseñanzas erróneas, habían perdido su vigencia.

Por esto se decidió cambiar el enfoque de los temas abordados. Dejamos de hablar de los “errores” y pusimos el énfasis en las “verdades” que se buscaban ocultar con los errores que sembraba el enemigo, es decir, se cambió el énfasis de “corregir” y “redargüir” al de “enseñar” e “instruir”.

Con este criterio editorial se reprodujo la serie “Aclaraciones de Vital Importancia”, edición 1975, que reunió 48 folletos diferentes. La edición actual consta de 15 cuadernos que agrupa por temas 75 artículos diferentes.

Buscando preservar temas de las predicaciones de don Juan Harris se editó la serie: “Palabras de Exhortación” que consta a la fecha de 14 cuadernos con temas diferentes cada uno.

Pensando en ministerios de expansión y el trabajo con adultos en casas particulares, se editó la serie “La Buena Semilla”, que presenta de manera sencilla temas que ya no se ven comúnmente desde el púlpito, para ser usados durante un trimestre en reuniones familiares. Se han publicado, a la fecha, 12 diferentes títulos.

Para cerrar este capítulo, deseamos poner de manifiesto una gran diferencia en la toma de decisiones en el campo empresarial, referido a “El Sembrador”.

Las empresas humanas, por lo general, toman sus decisiones desde el punto de vista costo/producción, es decir, ¿cuánto me cuesta producir un millar de folletos? Su meta entonces llega a ser el de reducir costos para aumentar ganancias. En “El Sembrador”, por ser una empresa no lucrativa, no nos importan las “ganancias”, así que nuestro sistema de análisis es diferente: hemos de analizar la relación costo/beneficio, es decir: Con el dinero que Dios ha puesto en nuestras manos, y usando la página impresa, ¿a cuántas almas les podemos testificar, a cuántos creyentes podemos edificar en el amor de Cristo, a cuántos siervos de Dios podemos animar...? Así, los resultados eternos (salvación, enseñanza, consuelo...) están muy por arriba de los temporales.

W. Eglón Harris, Editor 1962 a la fecha.

W. Eglón Harris, Editor 1962 a la fecha.

Pedimos sus oraciones, porque es en este campo en que más tenemos que acudir al Señor por ayuda, pues estamos administrando los bienes de nuestro Padre para beneficio de su grey.

Al diversificar nuestra producción y aceptar la responsabilidad de editar material para el uso de los hijos de Dios que desean crecer en el conocimiento de la Biblia y ser activos en ministerios de enseñanza, las fuentes de ingreso también se diversificaron.

Ahora, muchas Iglesias Locales envían donativos para la producción de material para la Escuela Dominical y otras actividades de enseñanza, así como para lectura devocional.

Nuestra fe, muchas veces es probada. La iglesia de Cristo del día de hoy es fría e indiferente ante las necesidades del pecador... ¿Seguirá despertando Dios al donador alegre? Nuestra visión debe ser: ¡Sí, lo hará!


 

“El Sembrador”
La Semilla es la Palabra de Dios
Apartado Postal 28,
94300, Orizaba, Ver., México.
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