Mucho se comenta del por qué no hay resultados como estos hoy (vs. 33,3433Y él, tomándolos en aquella misma hora de la noche, les lavó las heridas; y en seguida se bautizó él con todos los suyos. 34Y llevándolos a su casa, les puso la mesa; y se regocijó con toda su casa de haber creído a Dios.). Subrayemos unas tácticas misioneras:
1. Predicar al jefe de la casa. Lidia (aunque parece ser una mujer sin marido) es una de las excepciones; el trabajo va enfocado al jefe de la casa. Trabajar con niños, mujeres, jóvenes, etc., es bueno, pero necesitamos también centrar nuestros esfuerzos hacia los varones.
2. Instar a que se bauticen los que creen. Dar este paso de identificación con Cristo tiene prioridad número uno en el discipulado (Mt. 28:19Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo). La nueva criatura en Cristo era bautizada para que demostrara su nueva vida ya identificada con Cristo. Hoy, algunas de estas cosas se han invertido.
3. Confiar en el poder del Espíritu Santo y la disciplina del Señor para que los hijos de Dios anden en el camino que deben andar.
Si el jefe de la casa y su familia habían creído en Cristo como Señor, él andaría en sus caminos y cuidaría que su casa lo hiciera. Esta era la fe de los apóstoles. Hoy, ¿tenemos esa fe en el poder de Dios?