1° de Abril de 2012 Suplemento “A”, N° 94

Tema de la serie: CONSEJOS PARA PREDICADORES

ESTUDIOS Y APUNTES BÍBLICOS
Biblia

COMO OBRERO QUE NO TIENE
DE QUÉ AVERGONZARSE,
QUE USA BIEN
LA PALABRA DE VERDAD
(2 Timoteo 2:15Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad.).

INTRODUCCIÓN

EN este segundo artículo de la serie: Consejos para predicadores, nos centraremos en un tema de suma importancia:

EL ESTUDIO DE LA BIBLIA

HAY dos instrumentos que el hombre ha diseñado para mejorar su visión: el microscopio, para ver mejor los detalles; y el telescopio, para captar mejor todo lo que está en el horizonte. Bien podemos comparar esto con los dos métodos que empleamos para estudiar la Biblia:

a) EL ANALÍTICO. Para entender palabras y frases, y obtener lecciones de cómo se entrelazan éstas para formar ideas (El microscopio).

b) EL SINTÉTICO. Para captar lo que la Biblia nos enseña con respecto a algún tema o evento, o bien, sobre el uso de alguna palabra o figura (El telescopio).

Los dos métodos son muy diferentes, pero igualmente necesarios y es de suma importancia dominarlos si deseamos entender lo que Dios quiere decirnos a través de las Escrituras. Posteriormente, estos métodos nos servirán para iniciar la preparación de un sermón o plática.

El método analítico

INICIAMOS con él porque siempre es bueno iniciar con los detalles antes de las generalidades.

UNA PALABRA

Éste método es uno aplicado en la Biblia. El apóstol Pablo obtuvo toda una lección al analizar que Dios dijo: simiente y no: simientes (Gá. 3:16Ahora bien, a Abraham fueron hechas las promesas, y a su simiente. No dice: Y a las simientes, como si hablase de muchos, sino como de uno: Y a tu simiente, la cual es Cristo.). Esto remarca lo importante que es fijarnos en cada palabra que leemos. Aprendamos a observar:

a) Si es singular o plural. En el texto citado, aprendemos que la profecía se refiere a Cristo (porque está en singular), y no a los descendientes de Abraham (no está en plural).

b) El tiempo del verbo. Juan 3:16Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. dice: cree y no crea o creyó, pues la vida eterna depende de un estado continuo de la fe (cree): se tiene fe para preservación del alma (Heb. 10:39Pero nosotros no somos de los que retroceden para perdición, sino de los que tienen fe para preservación del alma.), y no de un acto único referido a un momento de la vida (crea) cuando se tuvo fe.

“El Sembrador”
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