c) El uso de sinónimos. La profecía: niño nos es nacido, hijo nos es dado (Is. 9:6Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz.), une niño con nacer, porque el que nació es HIJO de Dios; une hijo con dar, porque Dios nos DIO a su Hijo Unigénito.
d) El orden de las palabras. El apóstol Juan exclamó: Al que nos amó, y nos lavó... (Ap. 1:5y de Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre,). ¿Por qué amar está antes de lavar? Porque Dios nos amó aún estando en el fango, sucios y destrozados.
e) Los vínculos gramaticales como los siguientes: Asimismo (1 Ti. 2:8,98Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar, levantando manos santas, sin ira ni contienda. 9Asimismo que las mujeres se atavíen de ropa decorosa, con pudor y modestia; no con peinado ostentoso, ni oro, ni perlas, ni vestidos costosos,), que nos dice que se están contrastando o comparando dos casos distintos, el que se presentó antes y el que se presentará después de esta palabra. Por tanto (Heb. 12:1Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante,), que nos dice que lo que está por declararse tiene su fundamento en lo anteriormente expresado. Por lo demás (1 Ts. 4:1Por lo demás, hermanos, os rogamos y exhortamos en el Señor Jesús, que de la manera que aprendisteis de nosotros cómo os conviene conduciros y agradar a Dios, así abundéis más y más.), que nos dice que la acción que está por recomendarse está ligada a las anteriormente presentadas, y es, tal vez, la más importante o de mayor trascendencia.
f) Las palabras pequeñas. Muchas veces los ojos nos hacen ver palabras que no están y no nos damos cuenta porque su uso da sentido a la frase de la misma manera que lo haría la otra, pero, ¡cuidado!, NO ES la frase que está escrita en la Biblia. Un ejemplo, la Biblia dice: Ocupaos EN vuestra salvación con temor y temblor (Fil. 2:12Por tanto, amados míos, como siempre habéis obedecido, no como en mi presencia solamente, sino mucho más ahora en mi ausencia, ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor,),
pero cuando lo citamos de memoria solemos decir: “ocupaos DE vuestra salvación”. Observe la diferencia: no puedo ocuparme DE mi salvación, porque TODO ya lo hizo el Señor por mí.
Cuando la Biblia fue dividida en versículos, no siempre usaron frases completas; por esto, primero necesitamos buscar la oración completa (una o más frases entre un punto final y otro). La siguiente tarea es ver cómo están entrelazadas las ideas. Proponemos que hay tres tipos básicos y, para ayudarle a recordarlos, usaremos nombres de objetos comunes.
Aquí encontramos tres o más frases ligadas una a otra por palabras simples. Presentamos como caso típico Juan 3:16Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna..
Porque
de tal manera amó Dios al mundo,
que
ha dado a su Hijo unigénito,
para que
todo aquel que en él cree,
(a) no se pierda,
(b) mas tenga vida eterna.
Las frases nos hablan de:
El gran amor de Dios que lo llevó a un gran sacrificio para poder ofrecer una gran salvación.
En este tipo de oraciones gramaticales es muy importante encontrar y entender el significado de esas pequeñas palabras (como porque, que y para que, del ejemplo) que sirven de eslabones entre los pensamientos principales.