3. EL ESPÍRITU SANTO, es la autoridad de Dios en acción, es quien ejecuta la voluntad de Dios en forma total y explícita.
Esto también lo entendemos de esta declaración de Dios: No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu (Zac. 4:6Entonces respondió y me habló diciendo: Esta es palabra de Jehová a Zorobabel, que dice: No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos.).
TERMINADA su obra en la creación, ¿sigue hoy con actividades creativas? En parte sí, después de la devastación causada por un fuego o por las avenidas de agua, el salmista testifica: Envías tu Espíritu, son creados, y renuevas la faz de la tierra (Sal. 104:30Envías tu Espíritu, son creados,
Y renuevas la faz de la tierra.). Y, cuando los hombres caen bajo el castigo de Dios, leemos que habrá un estado de devastación que seguirá hasta que sobre nosotros sea derramado el Espíritu de lo alto, y el desierto se convierta en campo fértil, y el campo fértil sea estimado por bosque. (Is. 32:15,1615 hasta que sobre nosotros sea derramado el Espíritu de lo alto, y el desierto se convierta en campo fértil, y el campo fértil sea estimado por bosque.16 Y habitará el juicio en el desierto, y en el campo fértil morará la justicia.; 44:3Porque yo derramaré aguas sobre el sequedal, y ríos sobre la tierra árida; mi Espíritu derramaré sobre tu generación, y mi bendición sobre tus renuevos).
Pero también se ve su manifestación creativa entre los hijos de los hombres. Dos ejemplos:
1. Bezaleel. De él Dios dijo: Lo he llenado del Espíritu de Dios, en sabiduría y en inteligencia, en ciencia y en todo arte, para inventar diseños (Éx. 31:3,4bible).
2. La Iglesia. En este contexto Dios declara: A cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho (1 Co. 12:7bible).
En ambos casos, notamos el deseo de Dios de construir un santuario donde él pueda morar en medio de su pueblo (Éx. 25:83 y lo he llenado del Espíritu de Dios, en sabiduría y en inteligencia, en ciencia y en todo arte,4 para inventar diseños, para trabajar en oro, en plata y en bronce; Ef. 2:20-2220 edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo,21 en quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor;22 en quien vosotros también sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu.); pero observemos que el diseño, la habilidad y la sabiduría la da el mismo Espíritu de Dios; él es quien ejecuta la obra.
LA obra del Espíritu Santo en la creación nos remarca esta verdad:
Cuando se carece de diseño y no se ha llevado un proyecto a la realidad, allí está el Espíritu Santo para poner orden.
Cuando algo esta vacío, allí está el Espíritu Santo para llenarlo, y poner en él elementos que fructifiquen y signifiquen vida.
Apliquemos esto a nuestra vida. Antes de nacer, Dios tenía escrito en su libro un diseño para ella (Sal. 139:16Mi embrión vieron tus ojos, Y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas Que fueron luego formadas, Sin faltar una de ellas.), pero si el Espíritu Santo no pone orden y si él no la llena, nuestra vida seguirá desordenada y vacía.
¡Cuán importante, pues, es que el Espíritu Santo tenga el control de nuestro desarrollo, de la formulación de nuestros planes y de la ejecución de los designios de Dios en nuestro ser!
Sin él, nuestra vida será un fracaso. Entendamos en este contexto el deseo del apóstol Pablo (Fil. 3:10-1410 a fin de conocerle, y el poder de su resurrección, y la participación de sus padecimientos, llegando a ser semejante a él en su muerte,11 si en alguna manera llegase a la resurrección de entre los muertos. 12 No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús.13 Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante,14 prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.).