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Texto para memorizar: Mateo 25:13
“Velad,
pues,
porque no sabéis
el día
ni la hora
en que el Hijo del Hombre
ha de venir.”
Introducción: Mateo 25:1-13
1. Entendamos la instrucción que nos da el Señor:
» VELAR es permanecer despiertos y atentos para distinguir cualquier cambio en nuestro entorno que sea señal de peligro. Es lo que debe hacer todo el que tiene que cuidar una casa, un terreno, un rebaño, o cualquier objeto, para que no se lo roben o lo destruyan.
2. Entendamos la razón por la cual nos la da:
» No sabemos cuándo viene el ladrón ni cuándo regresa nuestro Señor. Por tanto, no podemos descuidar nuestro puesto de veladores.
Aprendamos bien estas dos verdades:
Si amo a mi Señor debo proteger muy bien todo lo que él me ha dado a cuidar.
¿Sabes qué es lo que el Señor te ha dado y cómo debes cuidarlo hasta que él venga?
Tiene que ver con tres cosas:
a) Lo que SABES respecto a Cristo, lo que ha hecho contigo y lo que puede hacer por otros.
b) Lo que ERES, porque Cristo te ha transformado desde lo más profundo de tu corazón.
c) Lo que puedes HACER, porque Cristo te ha dado los recursos con qué hacerlo.
Lección: Mateo 24:42-25:30
Tres parábolas nos hablan de su venida y de personas que deben cuidar algo con mucho esmero.
1. El responsable de un hogar (Mateo 24:45-51).
Dios puso sus hijos (su
casa) a nuestro cuidado, somos responsables de darles alimento a su tiempo.
En vez de hacer esto, puedo pensar sólo en mí (emborracharme) o provocar
discordias (golpear a consiervos).
2. La invitada a unas bodas (Mateo 25:1-13).
Dios me invitó a estar con
él por la eternidad. Puedo cuidar mis vestidos (mi testimonio) y llenar
mi lámpara con aceite (Espíritu Santo) o dormirme con los que se duermen
y aparentar que soy salvo.
3. El administrador de unos bienes (Mateo 25:14-30).
Dios nos dio de sus bienes (dones) para que los cuidemos y los pongamos a
producir (ganar almas para Cristo). Puedo ponerme a trabajar o inventar excusas
y pretextos para no hacerlo.
Pensamiento: 1 Tesalonicenses 1:3,9,10
Cuando Cristo venga por nosotros querrá ver:
1. La obra de nuestra FE: buenos resultados como fruto de nuestra conversión.
2. El trabajo de nuestro AMOR: nuestra motivación para servir al Dios vivo y verdadero.
3. La constancia en la ESPERANZA: que nunca dudamos de sus promesas ni del poder de su resurrección.
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