SEPTIEMBRE 7

2 Reyes 6:24-33Ir a la Biblia en línea (sitio externo)

LA NECESIDAD DEL HOMBRE

No duró mucho la gratitud de Ben-adad por la misericordia mostrada a su ejército y volvió a poner sitio a Samaria. El hambre fue tal que las mujeres comían a sus hijos. Esto fue anunciado por Moisés como castigo a la apostasía (Lv. 26:29Y comeréis la carne de vuestros hijos, y comeréis la carne de vuestras hijas.; Dt. 28:53Y comerás el fruto de tu vientre, la carne de tus hijos y de tus hijas que Jehová tu Dios te dio, en el sitio y en el apuro con que te angustiará tu enemigo.) y los horrores descritos en nuestro pasaje se repitieron cuando Nabucodonosor sitió a Jerusalén (Lm. 4:10Las manos de mujeres piadosas cocieron a sus hijos; Sus propios hijos les sirvieron de comida en el día del quebrantamiento de la hija de mi pueblo.) y cuando lo hizo Tito en el año 70 de nuestra era.

Tan desesperante como esto es la condición espiritual del mundo actual en manos de sus enemigos, y privado de las bendiciones de Dios. El rey culpa a Eliseo en vez de aceptar la responsabilidad por los infortunios de su nación. Olvida los milagros hechos por Eliseo y busca matarlo.

Dios permite los horrores de la guerra para que el hombre sienta su necesidad. Hay dos formas de reaccionar ante lo adverso: con rebeldía o con sumisión; echando la culpa a otros o examinando primero nuestros propios corazones. ¿Cómo reaccionamos nosotros ante el dolor y el hambre en el mundo en que vivimos actualmente?

“El Sembrador”
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