“Vanidad de vanidades” está en contraste con el título del Libro que le sigue: Cantar de los Cantares. Se trata de la vanidad más completa ante la canción superlativa. Busquemos contrastes entre este capítulo y el Nuevo Testamento:
1. “¿Qué provecho tiene el hombre de todo su trabajo con que se afana...?” (v. 3¿Qué provecho tiene el hombre de todo su trabajo con que se afana debajo del sol?). El Señor Jesús hace una pregunta parecida. “¿Qué aprovechará al hombre si ganare todo el mundo, y perdiere su alma?” (Mr. 8:36Porque ¿qué aprovechará al hombre si ganare todo el mundo, y perdiere su alma?). Todo lo que hagamos por el Señor, hasta un vaso de agua dado en su nombre, tendrá recompensa (Mr. 9:41Y cualquiera que os diere un vaso de agua en mi nombre, porque sois de Cristo, de cierto os digo que no perderá su recompensa.).
2. “¿Hay algo de que se puede decir: He aquí esto es nuevo?” (v. 10¿Hay algo de que se puede decir: He aquí esto es nuevo? Ya fue en los siglos que nos han precedido.). Pablo dice: “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosa viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas” (2 Co. 5:17De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.).
3. “Lo torcido no se puede enderezar” (v. 15Lo torcido no se puede enderezar, y lo incompleto no puede contarse.). Pero hubo una mujer torcida por su enfermedad, y cuando Cristo puso su mano sobre ella “ella se enderezó luego” (Lc. 13:13Y puso las manos sobre ella; y ella se enderezó luego, y glorificaba a Dios.).
4. “En la mucha sabiduría hay mucha molestia; y quien añade ciencia, añade dolor” (v. 18Porque en la mucha sabiduría hay mucha molestia; y quien añade ciencia, añade dolor.). En contraste a esto Cristo dice: “Aprended de mí,... y hallaréis descanso” (Mt. 11:29Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas).