DICIEMBRE 7

2 Tesalonicenses 2:13-3:5Ir a la Biblia en línea (sitio externo)

EL PROPÓSITO DE LA PROFECÍA

El propósito de la profecía no es satisfacer nuestra curiosidad sino encaminar nuestros “corazones al amor de Dios, y a la paciencia de Cristo” (3:5Y el Señor encamine vuestros corazones al amor de Dios, y a la paciencia de Cristo.).

Luego de hablar del destino de los incrédulos, Pablo escribe palabras de alabanza y oración que contienen un resumen de lo que es la salvación desde el principio hasta el fin. En el pasado, fuimos escogidos en Cristo y llamados mediante el evangelio. En el presente, disfrutamos del amor del mismo Señor Jesucristo y de Dios nuestro Padre que nos da consuelo. Para el futuro, tenemos este mismo amor y consuelo que son eternos y que seguirán confortando nuestros corazones y confirmándonos en toda buena palabra y obra.

El apóstol, que oraba siempre por los creyentes, también pedía con frecuencia las oraciones de ellos. La oración del hermano más pequeño vale tanto como la del apóstol más destacado, porque la eficacia no depende de la persona que ora, sino de la persona en cuyo nombre se presentan a Dios nuestras plegarias.

Oremos hoy que la Palabra del Señor corra y sea glorificada.

“El Sembrador”
La Semilla es la Palabra de Dios
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