JUNIO 16

Zacarías 7:1-14Ir a la Biblia en línea (sitio externo)

AYUNO QUE DIOS REPRUEBA

Dividiremos el capítulo en tres partes:

1. Pregunta (vs. 1-31Aconteció que en el año cuarto del rey Darío vino palabra de Jehová a Zacarías, a los cuatro días del mes noveno, que es Quisleu, 2cuando el pueblo de Bet-el había enviado a Sarezer, con Regem-melec y sus hombres, a implorar el favor de Jehová, 3y a hablar a los sacerdotes que estaban en la casa de Jehová de los ejércitos, y a los profetas, diciendo: ¿Lloraremos en el mes quinto? ¿Haremos abstinencia como hemos hecho ya algunos años?).

Podemos reducirla a una palabra: ¿Ayunaremos? Se había instituido un ayuno especial durante el cautiverio en Babilonia debido a la destrucción del templo. Ahora que pensaban reconstruirlo, ¿deberían seguir llorando y absteniéndose de ciertas prácticas normales?

2. Respuesta (vs. 4-74Vino, pues, a mí palabra de Jehová de los ejércitos, diciendo: 5Habla a todo el pueblo del país, y a los sacerdotes, diciendo: Cuando ayunasteis y llorasteis en el quinto y en el séptimo mes estos setenta años, ¿habéis ayunado para mí? 6Y cuando coméis y bebéis, ¿no coméis y bebéis para vosotros mismos? 7¿No son estas las palabras que proclamó Jehová por medio de los profetas primeros, cuando Jerusalén estaba habitada y tranquila, y sus ciudades en sus alrededores y el Neguev y la Sefela estaban también habitados?).

Dios les dice que él no había pedido tal ayuno: “¿Habéis ayunado para mí?”. Hay muchas prácticas religiosas hoy que son de origen humano, satisfacen el egoísmo y el orgullo del hombre, pero desagradan a Dios.

3. Lección de la historia (vs. 8-148Y vino palabra de Jehová a Zacarías, diciendo: 9Así habló Jehová de los ejércitos, diciendo: Juzgad conforme a la verdad, y haced misericordia y piedad cada cual con su hermano; 10no oprimáis a la viuda, al huérfano, al extranjero ni al pobre; ni ninguno piense mal en su corazón contra su hermano. 11Pero no quisieron escuchar, antes volvieron la espalda, y taparon sus oídos para no oír; 12y pusieron su corazón como diamante, para no oír la ley ni las palabras que Jehová de los ejércitos enviaba por su Espíritu, por medio de los profetas primeros; vino, por tanto, gran enojo de parte de Jehová de los ejércitos. 13Y aconteció que así como él clamó, y no escucharon, también ellos clamaron, y yo no escuché, dice Jehová de los ejércitos; 14sino que los esparcí con torbellino por todas las naciones que ellos no conocían, y la tierra fue desolada tras ellos, sin quedar quien fuese ni viniese; pues convirtieron en desierto la tierra deseable.).

Dios había pedido obediencia al pueblo: quería que fueran justos, misericordiosos y compasivos con sus hermanos (v. 9Así habló Jehová de los ejércitos, diciendo: Juzgad conforme a la verdad, y haced misericordia y piedad cada cual con su hermano), pero en vez de obedecer, le daban la espalda y tapaban sus oídos, así que Dios tuvo que enojarse y esparcirlos con un torbellino (v. 14sino que los esparcí con torbellino por todas las naciones que ellos no conocían, y la tierra fue desolada tras ellos, sin quedar quien fuese ni viniese; pues convirtieron en desierto la tierra deseable.).

La historia se ha repetido muchas veces y se sigue repitiendo hoy. Dios quiere obediencia, pero nos entretenemos en la observancia de ritos que hemos inventado. Así que Dios tiene que castigarnos. El ayuno verdadero es la obediencia (6:15Y los que están lejos vendrán y ayudarán a edificar el templo de Jehová, y conoceréis que Jehová de los ejércitos me ha enviado a vosotros. Y esto sucederá si oyereis obedientes la voz de Jehová vuestro Dios.).

“El Sembrador”
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