LA enseñanza que contiene y el estilo literario de esta Epístola hacen que sobresalga de entre las otras. No hay evidencia interna en cuanto a su autor, pero hay innumerables bases para establecer que fue el Espíritu Santo quien inspiró al que redactó esta carta. Dentro de sus puntos singulares está el que en las otras Epístolas se contempla a la raza humana dividida entre judíos, gentiles e iglesia de Dios, mientras que aquí sólo se observa la iglesia y la no-iglesia. Nunca se ve la división judío-gentil. Se ve claramente el fluir de la Dispensación de la Ley con sus ritos y ceremonias, simbolismos y figuras, para transformarse en la Dispensación de la Gracia, con todas esas promesas hechas realidad en Cristo.
Buscando el objetivo principal de la carta, nos detendremos en el capítulo 13:22Os ruego, hermanos, que soportéis la palabra de exhortación, pues os he escrito brevemente. para concluir que es el de EXHORTAR a sus destinatarios. Esto ha de ayudarnos a observar que lo que a primera vista parece ser un paréntesis, donde el autor intercala una advertencia, es todo lo contrario: es el punto sobresaliente. Encierra la enseñanza primordial que busca dejar en sus lectores, al recorrer todo lo tocante al pacto antiguo y explicarlo.
Entre los peligros sobre los cuales el Autor busca exhortar a sus lectores, tenemos el de caer en pecado por:
1. No escuchar con diligencia la voz de Dios (2:1Por tanto, es necesario que con más diligencia atendamos a las cosas que hemos oído, no sea que nos deslicemos.).
2. No practicar la exhortación (3:13antes exhortaos los unos a los otros cada día, entre tanto que se dice: Hoy; para que ninguno de vosotros se endurezca por el engaño del pecado.).
3. Regresar a la antigua dispensación (6:4-64Porque es imposible que los que una vez fueron iluminados y gustaron del don celestial, y fueron hechos partícipes del Espíritu Santo, 5y asimismo gustaron de la buena palabra de Dios y los poderes del siglo venidero, 6y recayeron, sean otra vez renovados para arrepentimiento, crucificando de nuevo para sí mismos al Hijo de Dios y exponiéndole a vituperio), pues para quien esto hiciera no habría más que “una horrenda expectación de juicio” (10:26,2726Porque si pecáremos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por los pecados, 27sino una horrenda expectación de juicio, y de hervor de fuego que ha de devorar a los adversarios).
También los exhorta porque había visto en ellos:
1. Descuido de la salvación (2:3¿cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande? La cual, habiendo sido anunciada primeramente por el Señor, nos fue confirmada por los que oyeron,).
2. Desinterés para oír (5:11Acerca de esto tenemos mucho que decir, y difícil de explicar, por cuanto os habéis hecho tardos para oír).
4. Desidia para congregarse como cuerpo (10:25no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.).
6. Decaimiento moral (12:12,1312Por lo cual, levantad las manos caídas y las rodillas paralizadas; 13y haced sendas derechas para vuestros pies, para que lo cojo no se salga del camino, sino que sea sanado.).
7. Desviación por doctrinas extrañas (13:9No os dejéis llevar de doctrinas diversas y extrañas; porque buena cosa es afirmar el corazón con la gracia, no con viandas, que nunca aprovecharon a los que se han ocupado de ellas.).
El lineamiento de la exhortación es fácilmente visto:
1. Presentar a Cristo como la culminación de la revelación divina.
2. Presentar su obra como la realidad tangible de toda sombra y figura.
3. Presentar que el rechazo de esto es un acto voluntario irreversible con consecuencias funestas, tanto en el presente como en la eternidad.
Como bosquejo del libro presentamos lo siguiente:
INTRODUCCIÓN 1:1-4Ir a la Biblia en línea (sitio externo)
TRES COMPARACIONES Y TRES ADVERTENCIAS 1:5-10:39Ir a la Biblia en línea (sitio externo)
Primera Comparación: 1:5-14Ir a la Biblia en línea (sitio externo)
Cristo mayor que los ángeles.
Primera Advertencia: 2:1-18Ir a la Biblia en línea (sitio externo)
No descuidar una salvación tan grande.
Segunda Comparación: 3:1-6Ir a la Biblia en línea (sitio externo)
Cristo mayor que Moisés.
Segunda Advertencia: 3:7-4:13Ir a la Biblia en línea (sitio externo)
No endurecer el corazón.
Tercera Comparación (1a. Parte): 4:14-5:10Ir a la Biblia en línea (sitio externo)
Cristo mayor que el sacerdocio Aarónico.
Tercera Advertencia (1a. parte): 5:11-6:20Ir a la Biblia en línea (sitio externo)
Proseguir a la perfección.
Tercera Comparación (2a. Parte): 7:1-28Ir a la Biblia en línea (sitio externo)
Melquisedec semejante a Cristo.
Tercera Comparación (3a. Parte): 8:1-10:25Ir a la Biblia en línea (sitio externo)
El ministerio de Cristo mejor que el Aarónico.
Tercera Advertencia (2a. parte): 10:26-39Ir a la Biblia en línea (sitio externo)
No perder la confianza.
LA FE Y RESUMEN DE LAS ADVERTENCIAS 11:1-12:29Ir a la Biblia en línea (sitio externo)
Fe que alcanza buen testimonio.
Fe que pone la vista en Jesús.
Fe que agrada y sirve a Dios.
EXHORTACIONES FINALES Y BENDICIÓN PASTORAL 13:1-25Ir a la Biblia en línea (sitio externo)
Exhortaciones: “Acordaos de vuestros pastores” (v. 7Acordaos de vuestros pastores, que os hablaron la palabra de Dios; considerad cuál haya sido el resultado de su conducta, e imitad su fe. 8Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos. ).
“Obedeced a vuestros pastores” (v. 17Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con alegría, y no quejándose, porque esto no os es provechoso.).
“Saludad a todos vuestros pastores” (v. 24Saludad a todos vuestros pastores, y a todos los santos. Los de Italia os saludan.).
Bendición: “El gran pastor... os haga aptos” (vs. 20,2120Y el Dios de paz que resucitó de los muertos a nuestro Señor Jesucristo, el gran pastor de las ovejas, por la sangre del pacto eterno, 21os haga aptos en toda obra buena para que hagáis su voluntad, haciendo él en vosotros lo que es agradable delante de él por Jesucristo; al cual sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.).