Fueron abiertas porque, como leímos ayer, el sepulcro fue abierto. A veces, al presentar el evangelio, no hacemos suficiente énfasis en la resurrección de Cristo. Es algo vital, es el fundamento de nuestra fe, la prueba de nuestra justificación y la dinámica de nuestra vida victoriosa en Cristo.
Porque se abrió el sepulcro, también se abrieron:
1. Las Escrituras (v.27Y comenzando desde Moisés, y siguiendo por todos los profetas, les declaraba en todas las Escrituras lo que de él decían.). Esto es lo primero que cobra vida. Sin Cristo es letra muerta; sin su resurrección, promesas sin fundamento. Pero el Resucitado puede abrir las Escrituras y hacer arder el corazón (v. 32Y se decían el uno al otro: ¿No ardía nuestro corazón en nosotros, mientras nos hablaba en el camino, y cuando nos abría las Escrituras?).
2. Los ojos (v. 31Entonces les fueron abiertos los ojos, y le reconocieron; mas él se desapareció de su vista). Esto sucedió cuando (i) invitaron a su casa al forastero, (ii) le dieron pan y, (iii) aceptaron el pan que él les devolvía (vs. 29-31 29Mas ellos le obligaron a quedarse, diciendo: Quédate con nosotros, porque se hace tarde, y el día ya ha declinado. Entró, pues, a quedarse con ellos. 30Y aconteció que estando sentado con ellos a la mesa, tomó el pan y lo bendijo, lo partió, y les dio. 31Entonces les fueron abiertos los ojos, y le reconocieron; mas él se desapareció de su vista.). ¿Cuándo aprenderá el hombre que permanecerá ciego si no da a Cristo el lugar principal en su vida?
3. El entendimiento (v. 45Entonces les abrió el entendimiento, para que comprendiesen las Escrituras). Cuando reconocieron a Cristo resucitado respondieron al deseo del Maestro: fueron testigos de la resurrección y predicaron arrepentimiento y perdón de pecados (v. 47y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén.).
¡Hermosa combinación! El arrepentimiento es demostración de que he muerto al pecado y la resurrección me da nueva vida para que el pecado no se enseñoree de mí (Ro. 6:14Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros; pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia.).