Agosto 11

Éxodo 32:1-16Ir a la Biblia en línea (sitio externo)

EL BECERRO DE ORO

Hay dos cosas notables en el pasaje:

1. La ingratitud del pueblo (vs. 1-101Viendo el pueblo que Moisés tardaba en descender del monte, se acercaron entonces a Aarón, y le dijeron: Levántate, haznos dioses que vayan delante de nosotros; porque a este Moisés, el varón que nos sacó de la tierra de Egipto, no sabemos qué le haya acontecido. 2Y Aarón les dijo: Apartad los zarcillos de oro que están en las orejas de vuestras mujeres, de vuestros hijos y de vuestras hijas, y traédmelos. 3Entonces todo el pueblo apartó los zarcillos de oro que tenían en sus orejas, y los trajeron a Aarón; 4y él los tomó de las manos de ellos, y le dio forma con buril, e hizo de ello un becerro de fundición. Entonces dijeron: Israel, estos son tus dioses, que te sacaron de la tierra de Egipto. 5Y viendo esto Aarón, edificó un altar delante del becerro; y pregonó Aarón, y dijo: Mañana será fiesta para Jehová. 6Y al día siguiente madrugaron, y ofrecieron holocaustos, y presentaron ofrendas de paz; y se sentó el pueblo a comer y a beber, y se levantó a regocijarse. 7Entonces Jehová dijo a Moisés: Anda, desciende, porque tu pueblo que sacaste de la tierra de Egipto se ha corrompido. 8Pronto se han apartado del camino que yo les mandé; se han hecho un becerro de fundición, y lo han adorado, y le han ofrecido sacrificios, y han dicho: Israel, estos son tus dioses, que te sacaron de la tierra de Egipto. 9Dijo más Jehová a Moisés: Yo he visto a este pueblo, que por cierto es pueblo de dura cerviz. 10Ahora, pues, déjame que se encienda mi ira en ellos, y los consuma; y de ti yo haré una nación grande.).

Ésta se manifiesta en impaciencia e idolatría. Habían visto las maravillas de Dios en sus juicios sobre Egipto; habían hecho pacto con Dios; ese mismo día habían comido maná y bebido agua provista por Dios, pero cuando Moisés demora su regreso, olvidan todo esto y le dicen a Aarón: “Haznos dioses” (v. 1Viendo el pueblo que Moisés tardaba en descender del monte, se acercaron entonces a Aarón, y le dijeron: Levántate, haznos dioses que vayan delante de nosotros; porque a este Moisés, el varón que nos sacó de la tierra de Egipto, no sabemos qué le haya acontecido.).

Lo triste es que Aarón no reprende al pueblo sino que participa con él en su degradación espiritual y en la vileza de su idolatría. Recordemos que hay ídolos en el corazón que no son de oro o plata. ¿Tenemos algunos?

2. La intercesión de Moisés (vs. 11-1611Entonces Moisés oró en presencia de Jehová su Dios, y dijo: Oh Jehová, ¿por qué se encenderá tu furor contra tu pueblo, que tú sacaste de la tierra de Egipto con gran poder y con mano fuerte? 12¿Por qué han de hablar los egipcios, diciendo: Para mal los sacó, para matarlos en los montes, y para raerlos de sobre la faz de la tierra? Vuélvete del ardor de tu ira, y arrepiéntete de este mal contra tu pueblo. 13Acuérdate de Abraham, de Isaac y de Israel tus siervos, a los cuales has jurado por ti mismo, y les has dicho: Yo multiplicaré vuestra descendencia como las estrellas del cielo; y daré a vuestra descendencia toda esta tierra de que he hablado, y la tomarán por heredad para siempre. 14Entonces Jehová se arrepintió del mal que dijo que había de hacer a su pueblo. 15Y volvió Moisés y descendió del monte, trayendo en su mano las dos tablas del testimonio, las tablas escritas por ambos lados; de uno y otro lado estaban escritas. 16Y las tablas eran obra de Dios, y la escritura era escritura de Dios grabada sobre las tablas.).

Dios en su ira iba a consumir al pueblo y pensaba comenzar una nueva nación con Moisés. Puso al pueblo, por así decirlo, en las manos de Moisés (v. 7Entonces Jehová dijo a Moisés: Anda, desciende, porque tu pueblo que sacaste de la tierra de Egipto se ha corrompido.), pero en su oración, este siervo de Dios usa las mismas palabras y pone al pueblo otra vez en las manos de Dios (v. 11Entonces Moisés oró en presencia de Jehová su Dios, y dijo: Oh Jehová, ¿por qué se encenderá tu furor contra tu pueblo, que tú sacaste de la tierra de Egipto con gran poder y con mano fuerte?).

Aprendamos en este pasaje el poder de la oración intercesora. Usémosla a favor de nuestros hermanos y vecinos. Cristo, en Juan 17Ir a la Biblia en línea (sitio externo), y el apóstol Pablo en casi todas sus epístolas, nos dan ejemplos de esta clase de oración que llega a Dios y trae bendición a los hombres.

“El Sembrador”
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