Abril 5

Cantares 5:1-16Ir a la Biblia en línea (sitio externo)

LA ESPERA DEL AMOR

OTRA frase que repiten el esposo y la esposa es: “Hasta que apunte el día, y huyan las sombras”; aunque ella pide “vuélvete” (2:17Hasta que apunte el día, y huyan las sombras, Vuélvete, amado mío; sé semejante al corzo, o como el cervatillo Sobre los montes de Beter.) y él añade “me iré” (4:6Hasta que apunte el día y huyan las sombras, Me iré al monte de la mirra, Y al collado del incienso.). El esposo encuentra algo dulce y fragante en el esperar a su amada. La ve como un “huerto cerrado” que sólo le pertenece a él (4:12Huerto cerrado eres, hermana mía, esposa mía; Fuente cerrada, fuente sellada.). Sentir su inquietud y su tristeza provocada por la separación, es para él como recibir el exquisito aroma de la mirra (la mirra habla de sufrimiento).

Después, habla la esposa. Para ella la espera no es fácil. Su corazón anhelante la lleva a soñar que su esposo ha venido por ella, pero al despertar se encuentra con la realidad: el esposo no está allí. También se enfrenta con el menosprecio y la burla de sus semejantes (vs. 7,87 Me hallaron los guardas que rondan la ciudad; Me golpearon, me hirieron; Me quitaron mi manto de encima los guardas de los muros. 8 Yo os conjuro, oh doncellas de Jerusalén, si halláis a mi amado, Que le hagáis saber que estoy enferma de amor.). Pero, con qué destreza se mueven sus labios para forjar las figuras con que describe a su amado. Estas palabras (vs. 10-1610 Mi amado es blanco y rubio, Señalado entre diez mil. 11 Su cabeza como oro finísimo; Sus cabellos crespos, negros como el cuervo. 12 Sus ojos, como palomas junto a los arroyos de las aguas, Que se lavan con leche, y a la perfección colocados. 13 Sus mejillas, como una era de especias aromáticas, como fragantes flores; Sus labios, como lirios que destilan mirra fragante. 14 Sus manos, como anillos de oro engastados de jacintos; Su cuerpo, como claro marfil cubierto de zafiros. 15 Sus piernas, como columnas de mármol fundadas sobre basas de oro fino; Su aspecto como el Líbano, escogido como los cedros. 16 Su paladar, dulcísimo, y todo él codiciable. Tal es mi amado, tal es mi amigo, Oh doncellas de Jerusalén.) de seguro regresarían al esposo y para él serían miel, vino y leche (v. 1 Yo vine a mi huerto, oh hermana, esposa mía; He recogido mi mirra y mis aromas; He comido mi panal y mi miel, Mi vino y mi leche he bebido. Comed, amigos; bebed en abundancia, oh amados.).

Para meditar: ¿Hace esto en nosotros el amor que sentimos por Cristo? ¿Podemos describirnos como “enfermos de amor”?

“El Sembrador”
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