ESTE salmo se parece a muchas de las reuniones a las que asistimos: primero hay canto (vs. 1-101 Bendeciré a Jehová en todo tiempo; Su alabanza estará de continuo en mi boca. 2 En Jehová se gloriará mi alma; Lo oirán los mansos, y se alegrarán. 3 Engrandeced a Jehová conmigo, Y exaltemos a una su nombre. 4 Busqué a Jehová, y él me oyó, Y me libró de todos mis temores. 5 Los que miraron a él fueron alumbrados, Y sus rostros no fueron avergonzados. 6 Este pobre clamó, y le oyó Jehová, Y lo libró de todas sus angustias. 7 El ángel de Jehová acampa alrededor de los que le temen, Y los defiende. 8 Gustad, y ved que es bueno Jehová; Dichoso el hombre que confía en él. 9 Temed a Jehová, vosotros sus santos, Pues nada falta a los que le temen. 10 Los leoncillos necesitan, y tienen hambre; Pero los que buscan a Jehová no tendrán falta de ningún bien.) y luego escuchamos un sermón (vs. 11-2211 Venid, hijos, oídme; El temor de Jehová os enseñaré. 12 ¿Quién es el hombre que desea vida, Que desea muchos días para ver el bien? 13 Guarda tu lengua del mal, Y tus labios de hablar engaño. 14 Apártate del mal, y haz el bien; Busca la paz, y síguela. 15 Los ojos de Jehová están sobre los justos, Y atentos sus oídos al clamor de ellos. 16 La ira de Jehová contra los que hacen mal, Para cortar de la tierra la memoria de ellos. 17 Claman los justos, y Jehová oye, Y los libra de todas sus angustias. 18 Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón; Y salva a los contritos de espíritu. 19 Muchas son las aflicciones del justo, Pero de todas ellas le librará Jehová. 20 El guarda todos sus huesos; Ni uno de ellos será quebrantado. 21 Matará al malo la maldad, Y los que aborrecen al justo serán condenados. 22 Jehová redime el alma de sus siervos, Y no serán condenados cuantos en él confían.). El canto es un testimonio de salvación y el sermón es una exhortación a la santificación.
“Busqué a Jehová, y él me oyó,... este pobre clamó, y le oyó Jehová” (vs. 4,64 Busqué a Jehová, y él me oyó, Y me libró de todos mis temores. 6 Este pobre clamó, y le oyó Jehová, Y lo libró de todas sus angustias.), testifica el salmista y en la parte final de su canto nos invita: “Gustad, y ved que es bueno Jehová” (v. 8Gustad, y ved que es bueno Jehová; Dichoso el hombre que confía en él.).
Esto está de acuerdo con el método científico del cual se jacta tanto el hombre moderno. En la escuela se enseña que el método inductivo empezó con Bacon, pero aquí lo vemos con una antigüedad de casi tres mil años. El que haga la prueba encontrará que Dios salva y satisface toda necesidad del ser humano.
En el sermón: se anuncia el tema (v. 11Venid, hijos, oídme; El temor de Jehová os enseñaré.); hay una introducción que despierta interés (v. 12¿Quién es el hombre que desea vida, Que desea muchos días para ver el bien?); el desarrollo del tema es completo y práctico (vs. 13-2013 Guarda tu lengua del mal, Y tus labios de hablar engaño. 14 Apártate del mal, y haz el bien; Busca la paz, y síguela. 15 Los ojos de Jehová están sobre los justos, Y atentos sus oídos al clamor de ellos. 16 La ira de Jehová contra los que hacen mal, Para cortar de la tierra la memoria de ellos. 17 Claman los justos, y Jehová oye, Y los libra de todas sus angustias. 18 Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón; Y salva a los contritos de espíritu. 19 Muchas son las aflicciones del justo, Pero de todas ellas le librará Jehová. 20 El guarda todos sus huesos; Ni uno de ellos será quebrantado.) y cierra con una conclusión solemne (vs. 21,22 21 Matará al malo la maldad, Y los que aborrecen al justo serán condenados. 22 Jehová redime el alma de sus siervos, Y no serán condenados cuantos en él confían.).
Vale notar que el versículo 20El guarda todos sus huesos; Ni uno de ellos será quebrantado. tuvo cumplimiento en Cristo (Jn. 19:36Porque estas cosas sucedieron para que se cumpliese la Escritura: No será quebrado hueso suyo.) y que el 22 Jehová redime el alma de sus siervos, Y no serán condenados cuantos en él confían. anticipa la afirmación de Romanos 8:1Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.: “Ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús...” ¿Podemos ser testimonio a esta verdad? ¿Somos irreprensibles? ¿Resplandecemos como luz, “en medio de una generación maligna y perversa” (Fil. 2:15para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo)?