FEBRERO 28

Juan 4:43-54Ir a la Biblia en línea (sitio externo)

“PARA QUE CREÁIS”

Vale la pena tener presente que el propósito de este evangelio es “para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios” (20:31Pero éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre.).

Muchas veces leemos de personas que creyeron (v. 53El padre entonces entendió que aquella era la hora en que Jesús le había dicho: Tu hijo vive; y creyó él con toda su casa. ). También tenemos la verdad de que el hombre necesita señales para creer (v. 48Entonces Jesús le dijo: Si no viereis señales y prodigios, no creeréis. ), pero, ¿cuáles señales verá? No serán espectaculares, ni para entretenimiento (Mt. 12:39El respondió y les dijo: La generación mala y adúltera demanda señal; pero señal no le será dada, sino la señal del profeta Jonás.). No serán cosas que pasaron con otros (v. 46Vino, pues, Jesús otra vez a Caná de Galilea, donde había convertido el agua en vino. Y había en Capernaum un oficial del rey, cuyo hijo estaba enfermo.), ni actos de disciplina o juicio (v. 45Cuando vino a Galilea, los galileos le recibieron, habiendo visto todas las cosas que había hecho en Jerusalén, en la fiesta; porque también ellos habían ido a la fiesta.). Las primeras son para los ojos, las segundas para los oídos y las terceras para el cuerpo. Ninguna de ellas habla directamente al corazón.

El caso de “un oficial del rey” (v. 49El oficial del rey le dijo: Señor, desciende antes que mi hijo muera.) fue el momento para que Dios demostrara su poder. El oficial amaba a su hijo que estaba enfermo. Su petición nació del corazón y la respuesta trajo fe (v. 50Jesús le dijo: Ve, tu hijo vive. Y el hombre creyó la palabra que Jesús le dijo, y se fue.) y la fe tuvo resultados (v. 53El padre entonces entendió que aquella era la hora en que Jesús le había dicho: Tu hijo vive; y creyó él con toda su casa.). También es bueno señalar cómo actuó la fe de este hombre: “y se fue” (v. 50Jesús le dijo: Ve, tu hijo vive. Y el hombre creyó la palabra que Jesús le dijo, y se fue.). La respuesta estaba dada. ¿Qué más esperaba?

Una pregunta para nosotros: ¿Alguna vez dejamos de orar por algo que necesitábamos para empezar a actuar o para agradecerlo porque creímos que ya era nuestro?

“El Sembrador”
La Semilla es la Palabra de Dios
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