Esta bestia pudiera ser el cocodrilo con algunas de sus características aumentadas poéticamente. La cualidad que se destaca en el discurso divino es la incapacidad del hombre para capturarla y dirigirla (vs. 1,2,26-291 ¿Sacarás tú al leviatán con anzuelo, O con cuerda que le eches en su lengua? 2 ¿Pondrás tú soga en sus narices, Y horadarás con garfio su quijada? 26 Cuando alguno lo alcanzare, Ni espada, ni lanza, ni dardo, ni coselete durará. 27 Estima como paja el hierro, Y el bronce como leño podrido. 28 Saeta no le hace huir; Las piedras de honda le son como paja. 29 Tiene toda arma por hojarasca, Y del blandir de la jabalina se burla.).
El behemot es un animal terrestre y el leviatán, del mar. Esto sugiere el espíritu de apostasía que culminará en forma de dos bestias, una que sube de la tierra y otra del mar (Ap. 13Ir a la Biblia en línea (sitio externo)). En su poder y orgullo estas dos bestias serán la obra maestra de Satanás que siempre imita lo que Dios ha hecho. En Isaías 27:1En aquel día Jehová castigará con su espada dura, grande y fuerte al leviatán serpiente veloz, y al leviatán serpiente tortuosa; y matará al dragón que está en el mar. leemos que Dios castigará al leviatán y en ambos pasajes hay mucho que indica que se trata de Satanás, tanto en su carácter como en su dominio.
Las últimas palabras del capítulo son muy significativas: “Es rey sobre todos los soberbios” (v. 34Menosprecia toda cosa alta; Es rey sobre todos los soberbios.). Allí está la aplicación que Dios hizo y que es para nosotros también: Si hay orgullo y soberbia en nuestros corazones, entonces pertenecemos al rey de los soberbios. Nos conviene deponer esa actitud y acudir al llamado del que es manso y humilde de corazón. ¿A quién pertenecemos?