El discurso de Esteban tiene un objetivo principal: demostrar que Dios no habla en una forma particular, pero el hombre sí contesta en una forma generalizada. Esteban recalca que:
1. Dios habló a Abraham en Mesopotamia (v. 2Y él dijo: Varones hermanos y padres, oíd: El Dios de la gloria apareció a nuestro padre Abraham, estando en Mesopotamia, antes que morase en Harán,).
2. Dios estuvo con José en Egipto (v. 9Los patriarcas, movidos por envidia, vendieron a José para Egipto; pero Dios estaba con él,).
3. Dios se manifestó a Moisés en el desierto del monte Sinaí (v. 30Pasados cuarenta años, un ángel se le apareció en el desierto del monte Sinaí, en la llama de fuego de una zarza.).
La acusación se refería al lugar y a las costumbres (6:14pues le hemos oído decir que ese Jesús de Nazaret destruirá este lugar, y cambiará las costumbres que nos dio Moisés.). Dios llamó a Abraham siendo gentil. ¿No podría llamar a otros gentiles? Dios habitó con José en Egipto. ¿No podría habitar fuera de Jerusalén?
Los judíos habían limitado a Dios a un lugar, el templo. Cuidémos de caer en el mismo error pensando que Dios sólo puede salvar almas hoy en el templo. También le habían limitado en sus formas de actuar: no aceptaban que gentiles recibieran bendición de Dios. ¿Nos pasa lo mismo a nosotros cuando nos relatan la conversión de un drogadicto, de una ramera o de un ladrón? Pensemos en 1 Corintios 6:9-119¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, 10ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios. 11Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios. y aceptemos que Dios sí puede transformar vidas.