El propósito de la carta es exhortar (13:22Os ruego, hermanos, que soportéis la palabra de exhortación, pues os he escrito brevemente). Notemos, pues, cuáles son los pasos para hacer esto correctamente:
1. Conocer a fondo el problema (2:3¿cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande? La cual, habiendo sido anunciada primeramente por el Señor, nos fue confirmada por los que oyeron; 5:11Acerca de esto tenemos mucho que decir, y difícil de explicar, por cuanto os habéis hecho tardos para oír; 10:25no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.; 10:32-3632Pero traed a la memoria los días pasados, en los cuales, después de haber sido iluminados, sostuvisteis gran combate de padecimientos; 33por una parte, ciertamente, con vituperios y tribulaciones fuisteis hechos espectáculo; y por otra, llegasteis a ser compañeros de los que estaban en una situación semejante. 34Porque de los presos también os compadecisteis, y el despojo de vuestros bienes sufristeis con gozo, sabiendo que tenéis en vosotros una mejor y perdurable herencia en los cielos. 35No perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene grande galardón; 36porque os es necesaria la paciencia, para que habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa.; 12:12Por lo cual, levantad las manos caídas y las rodillas paralizadas; 13:9No os dejéis llevar de doctrinas diversas y extrañas; porque buena cosa es afirmar el corazón con la gracia, no con viandas, que nunca aprovecharon a los que se han ocupado de ellas; vea la introducción para comentario sobre estas citas).
2. Advertir de los peligros. Que son: descuidar la salvación (2:3¿cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande? La cual, habiendo sido anunciada primeramente por el Señor, nos fue confirmada por los que oyeron); endurecer el corazón (3:12Mirad, hermanos, que no haya en ninguno de vosotros corazón malo de incredulidad para apartarse del Dios vivo); volver atrás (6:1Por tanto, dejando ya los rudimentos de la doctrina de Cristo, vamos adelante a la perfección; no echando otra vez el fundamento del arrepentimiento de obras muertas, de la fe en Dios), y perder la confianza (10:35No perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene grande galardón).
3. Presentar el remedio preventivo. Sin esto la acción es estéril y no puede llamarse exhortación. Este tercer paso, como también es una instrucción para aquel que puede caer en el error, tiene los tres pasos fundamentales para que toda enseñanza sea efectiva:
a) El Puente. Lea los versículos 32-3632Pero traed a la memoria los días pasados, en los cuales, después de haber sido iluminados, sostuvisteis gran combate de padecimientos; 33por una parte, ciertamente, con vituperios y tribulaciones fuisteis hechos espectáculo; y por otra, llegasteis a ser compañeros de los que estaban en una situación semejante. 34Porque de los presos también os compadecisteis, y el despojo de vuestros bienes sufristeis con gozo, sabiendo que tenéis en vosotros una mejor y perdurable herencia en los cielos. 35No perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene grande galardón; 36porque os es necesaria la paciencia, para que habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa. junto con capítulo 11Ir a la Biblia en línea (sitio externo) y subraye los vínculos entre uno y otro. También aprendamos a encontrar algo qué alabar en aquel a quien exhorto y a mostrar que tengo confianza en mi hermano (v. 39Pero nosotros no somos de los que retroceden para perdición, sino de los que tienen fe para preservación del alma.) no sólo marquemos errores.
b) La Palabra de Dios. Recorremos varias historias en el capítulo 11Ir a la Biblia en línea (sitio externo) para llegar al último punto:
c) Lo Práctico. Esto se encuentra al poner los ojos “en Jesús” (12:2puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios).
Aprendamos a exhortar. Ésta, es una actividad muy necesaria en la época en que vivimos.