Lo más difícil de controlar es la lengua humana. Este pasaje no es el único que toca este tema dentro de esta epístola, pero es el más extenso (1:19,26Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse 26Si alguno se cree religioso entre vosotros, y no refrena su lengua, sino que engaña su corazón, la religión del tal es vana. ; 2:12Así hablad, y así haced, como los que habéis de ser juzgados por la ley de la libertad. ; 3:1-12Ir a la Biblia en línea; 4:11,1211Hermanos, no murmuréis los unos de los otros. El que murmura del hermano y juzga a su hermano, murmura de la ley y juzga a la ley; pero si tú juzgas a la ley, no eres hacedor de la ley, sino juez. 12Uno solo es el dador de la ley, que puede salvar y perder; pero tú, ¿quién eres para que juzgues a otro?). En este pasaje, Santiago, un maestro en el uso de metáforas, usa siete de ellas para ilustrar el uso y abuso de la lengua. Se pueden dividir en tres grupos:
1. Cosas que guían: El freno y el timón.
El freno detiene a un caballo de muchos kilogramos de peso. El transatlántico Reina Elizabet pesaba 86,673 toneladas, pero el timón era menor que el 0.2% del peso total de la nave. Así pasa con la lengua: su influencia no está en proporción a su tamaño.
2. Cosas que hacen daño: fuego, bestias y veneno.
¡Cuánto daño puede hacer la lengua! Una chispa, una gota de veneno o una palabra chismosa pueden hacer un daño incalculable.
3. Cosas que hacen bien: una fuente y árboles frutales.
¡Cuánto bien puede hacer una palabra dicha a tiempo (Pr. 25:11Manzana de oro con figuras de plata Es la palabra dicha como conviene.)! Pidamos sabiduría de lo alto (1:5Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.; 3:13-1713¿Quién es sabio y entendido entre vosotros? Muestre por la buena conducta sus obras en sabia mansedumbre. 14Pero si tenéis celos amargos y contención en vuestro corazón, no os jactéis, ni mintáis contra la verdad; 15porque esta sabiduría no es la que desciende de lo alto, sino terrenal, animal, diabólica. 16Porque donde hay celos y contención, allí hay perturbación y toda obra perversa. 17Pero la sabiduría que es de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía.) para usar bien nuestra lengua, sembrando paz y justicia.