Febrero 9

Salmo 40:1-17Ir a la Biblia en línea (sitio externo)

OBEDIENCIA PERFECTA

PARA identificar al que habla en este salmo contamos con la ayuda del Espíritu Santo que pone en labios de nuestro Salvador los versículos 6-86 Sacrificio y ofrenda no te agrada; Has abierto mis oídos; Holocausto y expiación no has demandado. 7 Entonces dije: He aquí, vengo; En el rollo del libro está escrito de mí; 8 El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado, Y tu ley está en medio de mi corazón. de este salmo en Hebreos 10:5-95Por lo cual, entrando en el mundo dice: Sacrificio y ofrenda no quisiste; Mas me preparaste cuerpo. 6 Holocaustos y expiaciones por el pecado no te agradaron. 7 Entonces dije: He aquí que vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad, Como en el rollo del libro está escrito de mí. 8Diciendo primero: Sacrificio y ofrenda y holocaustos y expiaciones por el pecado no quisiste, ni te agradaron (las cuales cosas se ofrecen según la ley), 9y diciendo luego: He aquí que vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad; quita lo primero, para establecer esto último..

Aunque muchas veces nos aplicamos la primera parte del salmo, parece que su principal aplicación es a Cristo: es su canto de resurrección. El pozo de desesperación se cambia por peña, Dios lo libra de la muerte habiéndole oído (Heb. 5:7Y Cristo, en los días de su carne, ofreciendo ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas al que le podía librar de la muerte, fue oído a causa de su temor reverente.).

Un método usado frecuentemente en la Escritura es empezar con la consumación de un asunto y luego regresar al principio para ver cómo se llegó a ella. Así es como en los versículos 6-176 Sacrificio y ofrenda no te agrada; Has abierto mis oídos; Holocausto y expiación no has demandado. 7 Entonces dije: He aquí, vengo; En el rollo del libro está escrito de mí; 8 El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado, Y tu ley está en medio de mi corazón. 9 He anunciado justicia en grande congregación; He aquí, no refrené mis labios, Jehová, tú lo sabes. 10 No encubrí tu justicia dentro de mi corazón; He publicado tu fidelidad y tu salvación; No oculté tu misericordia y tu verdad en grande asamblea. 11 Jehová, no retengas de mí tus misericordias; Tu misericordia y tu verdad me guarden siempre. 12 Porque me han rodeado males sin número; Me han alcanzado mis maldades, y no puedo levantar la vista. Se han aumentado más que los cabellos de mi cabeza, y mi corazón me falla. 13 Quieras, oh Jehová, librarme; Jehová, apresúrate a socorrerme. 14 Sean avergonzados y confundidos a una Los que buscan mi vida para destruirla. Vuelvan atrás y averg:uéncense Los que mi mal desean; 15 Sean asolados en pago de su afrenta Los que me dicen: ¡Ea, ea! 16 Gócense y alégrense en ti todos los que te buscan, Y digan siempre los que aman tu salvación: Jehová sea enaltecido. 17 Aunque afligido yo y necesitado, Jehová pensará en mí. Mi ayuda y mi libertador eres tú; Dios mío, no te tardes. vemos el camino que el Señor recorrió desde su encarnación hasta su muerte. “Entrando en el mundo” (Heb. 10:5Por lo cual, entrando en el mundo dice: Sacrificio y ofrenda no quisiste; Mas me preparaste cuerpo.), habla del nacimiento del Salvador que vino a hacer la voluntad de su Padre.

En aquel cuerpo perfecto, que Dios preparó por medio del Espíritu Santo, vivió con un sólo propósito: obediencia a la voluntad de Dios. Es por esa obediencia perfecta (obediencia que le llevó a la muerte), que los creyentes somos santificados. He aquí un tema de gratitud y motivación a servir.

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