1° de Julio de 2012 Año 118, No.780

EL MUNDO
SU CONDICIÓN

DIOS la describe así:

Tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo (Apocalipsis 3:17Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo).

Esto lo podríamos definir como una apreciación equivocada de lo que se es o se tiene.

El mundo piensa en el aumento de su tecnología, y exclama: Soy rico.

Enumera los alcances de la ciencia, y anuncia: Soy rico.

Ve los avances de la medicina, y piensa: Soy rico.

Mira la industria del vestido, y declara: De ninguna cosa tengo necesidad.

Considera todas las opciones de pasatiempos y destinos para vacaciones, y concluye: De ninguna cosa tengo necesidad.

Contempla las variadas opciones para satisfacer sus apetitos, y razona: De ninguna cosa tengo necesidad.

Pero más, al observar todo esto, llega a la conclusión: Me he enriquecido.

Pero, ¿qué respuesta tiene la humanidad para la población marginada y en pobreza; para los que no tienen manera de ganarse su sustento; para los hijos de hogares divididos; para las víctimas de actos de violencia....?

¿En verdad puede decir: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad?

Una visión global, tal vez dé como resultado que el promedio se observa como un valor que va en ascenso, pero también, que la distancia entre los estratos de la sociedad muestran distancias infranqueables cada vez mayores.

EL MUNDO
SU NECESIDAD

SOBRE esta situación, Dios comenta esto:

No sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo. (Apocalipsis 3:17Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo).

Los comentarios, diría usted, son duros, lacerantes y nada exactos, pero medite bien.

Desventurado. ¿Tiene usted su futuro asegurado? No sólo violencia, y disturbios nublan el horizonte, también lo hacen terremotos, huracanes, avenidas y muchos desastres más que amenazan traer pobreza y destrucción a la humanidad.

Miserable. Si acaso se siente feliz, ¿sabe si esto será duradero? Una visita al médico, un accidente, el despido de su trabajo o un giro inesperado en la economía del país, y verá sus ilusiones desmoronarse.

Pobre. ¿Tiene deudas?, vea cómo éstas crecen. ¿Tiene algo en el banco?, una devaluación, y todo se esfuma. Si mide su riqueza con bienes temporales, no hay nada que

“El Sembrador”
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