1° de Abril de 2012 Año 118, No.779

EL MUNDO
SU CONDICIÓN

DIOS la describe así:

No hay temor de Dios delante de sus ojos… Las palabras de su boca son iniquidad y fraude; ha dejado de ser cuerdo y de hacer el bien. Medita maldad sobre su cama; está en camino no bueno, el mal no aborrece (Salmo 36:1-41 La iniquidad del impío me dice al corazón: No hay temor de Dios delante de sus ojos. 2 Se lisonjea, por tanto, en sus propios ojos, De que su iniquidad no será hallada y aborrecida. 3 Las palabras de su boca son iniquidad y fraude; Ha dejado de ser cuerdo y de hacer el bien. 4 Medita maldad sobre su cama; Está en camino no bueno, El mal no aborrece.).

Pero, ¿por qué es esto así?

Si el vacío que se forma al excluir a Dios, se llena con el ego (el yo), aparece un ser que es egoísta, buscador de placeres, violento, desequilibrado y generador de disfunciones sociales comunes a nuestros ojos.

Si el vacío que se forma al excluir a Dios, se llena con filosofías y teorías, entonces aparece un individuo que estudia la conducta humana y propone salidas falsas que, hasta la fecha, no han resuelto enfermedades del alma como la ansiedad y el estrés, que causan alteraciones que destruyen la familia, el hogar y la salud de quien las padece.

Si el vacío que se forma al excluir a Dios, se llena con ciencia y tecnología, surge un hombre ansioso de usar sus descubrimientos para su ganancia, sin consideración de los demás, y nace una generación que, porque llena su tiempo con tantos aparatos electrónicos en boga el día de hoy, pierde la perspectiva del presente.

Todo esto trae un estado de zozobra e inseguridad, que provoca que se viva pensando: Comamos y bebamos, porque mañana moriremos (Isaías 22:13y he aquí gozo y alegría, matando vacas y degollando ovejas, comiendo carne y bebiendo vino, diciendo: Comamos y bebamos, porque mañana moriremos.). Situación predicha por Dios, ya hace unos milenios.

EL MUNDO
SU NECESIDAD

DESDE la antigüedad, Dios ha aconsejado así a sus criaturas:

Buscad al que hace las Pléyades y el Orión, y vuelve las tinieblas en mañana, y hace oscurecer el día como noche; el que llama a las aguas del mar, y las derrama sobre la faz de la tierra (Amós 5:8buscad al que hace las Pléyades y el Orión, y vuelve las tinieblas en mañana, y hace oscurecer el día como noche; el que llama a las aguas del mar, y las derrama sobre la faz de la tierra; Jehová es su nombre).

Notemos que Dios deja a sus criaturas dar el primer paso. No va a llenar ese vacío a la fuerza, por eso la instrucción de Dios es: Buscad… Pero, ¿a quién?

Al que hace las Pléyades y el Orión, constelaciones que han servido al viajero, por el mar o el desierto, como instrumento de orientación. ¿Busca usted algo o alguien que le dé sentido y orientación a su vida?, allí está Dios, el que mantiene a estas constelaciones en su órbita para que siempre, y a través de los siglos, sirvan de orientación al viajero.

Al que… vuelve las tinieblas en mañana, el ciclo que se cumple cada amanecer con precisión inigualable, es digno de absoluta confianza. Los marinos de antaño, al surcar los océanos, necesitaron

“El Sembrador”
La Semilla es la Palabra de Dios
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