1° de Octubre de 2012 Suplemento “A”, N° 96

Tema de la serie: CONSEJOS PARA PREDICADORES

ESTUDIOS Y APUNTES BÍBLICOS
Predicar

Pero no podían resistir
a la sabiduría y
al Espíritu con
que hablaba
(Hechos 6:10Pero no podían resistir a la sabiduría y al Espíritu con que hablaba.).

INTRODUCCIÓN

EN este cuarto artículo de la serie: Consejos para predicadores, estaremos centrando nuestra atención en algunas predicaciones que encontramos en

LOS HECHOS DE LOS APÓSTOLES

LOS diferentes sermones que encontramos en este libro, pensando en su principal objetivo, los podemos clasificar en tres grupos:

1. Relatar una historia a un público para convencerlo de la verdad.

2. Presentar una verdad a un público que no conoce la Biblia ni al Dios de quien habla.

3. Presentar una verdad a quienes sí tienen conocimiento de la Palabra de Dios.

En este artículo consideraremos el primero de los tres casos:

Relatar una historia a un público para convencerlo de la verdad.

CONTAR una historia, si lo hacemos con el fin de presentar verdades relacionadas con el evangelio y la sana doctrina, necesita más que sólo tener las cualidades que se piden de

cualquier narrativa, como son:

a) Continuidad. Los eventos que se narran deben estar bien unidos entre sí.

b) Claridad. Al referirse a personajes y lugares se recomienda usar sus nombres y no éste y aquél o, el primero y el segundo, etc.

c) Convencimiento. La voz con que se narra, además de trasmitir emoción, debe mostrar que se está seguro de lo que se dice.

El médico Lucas nos da un buen ejemplo de esto (Lc. 1:1-41Puesto que ya muchos han tratado de poner en orden la historia de las cosas que entre nosotros han sido ciertísimas, 2tal como nos lo enseñaron los que desde el principio lo vieron con sus ojos, y fueron ministros de la palabra, 3me ha parecido también a mí, después de haber investigado con diligencia todas las cosas desde su origen, escribírtelas por orden, oh excelentísimo Teófilo, 4para que conozcas bien la verdad de las cosas en las cuales has sido instruido.). Su trabajo de preparación, antes de escribir el Evangelio de Jesucristo, fue el haber investigado con diligencia; su esfuerzo se centró en escribírtelas por orden, y su objetivo, no fue entretener, ni siquiera informar, sino: para que conozcas bien la verdad.

Partiendo de este ejemplo, podemos concluir que, contar una historia bíblica, no es una tarea fácil, pues:

“El Sembrador”
La Semilla es la Palabra de Dios
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94300, Orizaba, Ver., México.
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