1° de Enero de 2012 Suplemento “A”, N° 93

Tema de la serie: CONSEJOS PARA PREDICADORES

Predicar es presentar el mensaje de Dios en forma clara, elocuente, atractiva y lógica, para convencer a los oyentes de una verdad que demanda una respuesta inmediata.

Predicar es usar palabras en forma bella, en cuanto a su elección; correcta, en cuanto a lo que dice la Biblia y la gramática, y entendible, con respecto a quienes nos escuchan, para así establecer una comunicación clara, veraz y efectiva.

Predicar es usar ejemplos adecuados, sencillos e interesantes, con el fin de fundamentar lo vital y relevante del tema que se expone.

Predicar es el desarrollo de un argumento de una manera lógica y congruente, para convencer al que nos escucha de que la solución que se presenta es la óptima para la necesidad de la que se habla.

Predicar es confrontar al oyente con la necesidad de tomar una decisión frente a Dios en el hoy que se está viviendo.

Unos comentarios adicionales.

Cuando se predica el evangelio, generalmente se termina con un llamado, ¿por qué no se hace esto al terminar otro tipo de temas? Recordemos: predicar es confrontar al oyente con una verdad para que éste tome una decisión inmediata.

También, el termino “Predicación” hoy se sustituye por otros como: plática, charla o discusión. Recordemos que el Señor vino a predicar y envió a sus discípulos a predicar (Mr. 1:38El les dijo: Vamos a los lugares vecinos, para que predique también allí; porque para esto he venido; 3:14Y estableció a doce, para que estuviesen con él, y para enviarlos a predicar; 16:15Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.). También no perdamos de vista que le agradó a Dios salvar

a los creyentes por la locura de la predicación (1Co. 1:21Pues ya que en la sabiduría de Dios, el mundo no conoció a Dios mediante la sabiduría, agradó a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación.). Prediquemos, pues, con toda entrega y claridad, a Cristo crucificado (1 Co. 1:23pero nosotros predicamos a Cristo crucificado, para los judíos ciertamente tropezadero, y para los gentiles locura). ¡Es nuestro deber, y es ineludible (1 Co. 9:16Pues si anuncio el evangelio, no tengo por qué gloriarme; porque me es impuesta necesidad; y ¡ay de mí si no anunciare el evangelio!)!

¿Qué necesita un
predicador?

HABIENDO definido qué es predicar, será necesario pensar en qué necesita un predicador. Pero hemos de aclarar que no pensamos de manera exclusiva en quienes predican a grandes masas y por tanto necesitan de un púlpito desde donde dirigir sus palabras a un público congregado para oírles.

Pensamos en el caso más sencillo de una predicación uno a uno en la banca de un parque, o frente a una familia o pequeña congregación, porque, quien no ha dominado esto, no puede esperar que Dios lo llame a un trabajo más extenso que demanda recursos probados y entrenados para una mayor efectividad.

En primer lugar, el predicador es un instrumento en las manos de Dios, por lo tanto hay requisitos que, como hijo de Dios, ha de llenar de manera cabal, tales como: santidad, sumisión, disponibilidad y dedicación. No tocaremos éstos temas en este espacio, pero sí hacemos énfasis en nuestros lectores, que los busquen en la Biblia, los estudien y se examinen en forma personal para ver si los cumplen; proponiéndose a hacerlo siempre. He aquí una elocuente verdad: Así que, si alguno se limpia de estas cosas, será instrumento para honra, santificado, útil al Señor, y dispuesto para toda buena obra (2 Ti. 2:21Así que, si alguno se limpia de estas cosas, será instrumento para honra, santificado, útil al Señor, y dispuesto para toda buena obra.).

“El Sembrador”
La Semilla es la Palabra de Dios
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