1° de Julio de 2010 Año 116, No. 772

Descargar PDF del folleto impreso
Descargar PDF del folleto impreso

QUÉ diferencia, ¡qué tremenda diferencia hace la presencia del Espíritu Santo en la vida de un ser humano!, pues Dios lo envía a todo aquel que se lo pida (Lucas 11:13Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?) con el propósito de ayudarlo en su debilidad.

Pero, ¿hay algún requisito, puesto por Dios, para recibirlo? ¿Hay algo a que debo comprometerme cuando lo reciba? Ciertamente lo hay, pues de otra manera, todos lo tendrían y no se verían debilidades en carácter, capacidad de decisión o habilidades de comunicación, que conllevan a diferencias, que desembocan en contiendas que terminan en violencia y hasta muerte. ¡Ciertamente viviríamos en un mundo diferente si todos tuviéramos y aceptáramos la ayuda que Dios desea brindarnos a través del Espíritu Santo!

Las respuestas a las dos preguntas anteriores, son puntos importantes que deseamos tocar en este artículo sobre el Espíritu Santo, al continuar nuestra serie: Conociendo al Espíritu Santo.

Pero antes de ello, hemos de pensar en otra pregunta: ¿Por qué necesito yo de su ayuda?

“El Sembrador”
La Semilla es la Palabra de Dios
Apartado Postal 28,
94300, Orizaba, Ver., México.
xm.gro.rodarbmesle@rodarbmesle