El señorío de Cristo, como
tema, no es algo que se estudia a menudo. Se reconoce a Cristo como Señor, sí,
pero esto, ¿qué significa?, ¿se está consciente de las muchas promesas que no
serán cumplidas hasta que Cristo sea reconocido como Señor y se le obedezca en
forma total?
Busquemos el verbo
obedecer.
En los Evangelios, leemos
que los hombres se admiraron porque los vientos y el mar (Mt. 8:27) y los
espíritus inmundos (Mr. 1:27) obedecían al Señor. Esto nos habla de su señorío
en la creación y sobre las huestes de Satanás.
Con relación a su oferta
de salvación leemos que el Espíritu Santo lo da Dios a los que le obedecen (Hch.
5:32) y que la salvación eterna es para todos los que le obedecen (Heb. 5:9),
dos promesas que algunos quisieran gozar sin necesidad de obedecer.
Se afirma que somos
esclavos de aquel a quien obedecemos (Ro. 6:16), que sólo hay DOS señores y que
no podemos servir en forma alternante a los dos (Mt. 6:24; Lc. 16:13). Esta ley
la establece Dios, y nadie puede escapar de ella.
Finalmente, tengamos presente que fuimos
elegidos… para obedecer (1 P. 1:2),
pues el señorío de Cristo abarca a todos los que forman su cuerpo, que es la
iglesia.
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Es necesario
revisar qué es lo que presentamos como el evangelio de Cristo. No
sólo son ofertas, que es lo que con mayor frecuencia se anuncia,
principalmente son verdades que se deben creer y obedecer para así
recibir lo que Dios ofrece.
Se debe hablar
de obediencia a la fe (Hch. 6:7; Ro. 1:5); al evangelio (2 Co.
9:13); a Cristo (2 Co. 10:5); a la verdad (1 P. 1:22) y sobre todo,
se debe presentar a Cristo como Señor.
Un SEÑOR en quien
CREER
Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo (Hechos 16:31).
Para muchos,
el dilema es el mismo que el del carcelero, quien preguntó:
Señores, ¿qué debo hacer para ser salvo? (Hch. 16:30).
Las religiones
de ayer y de hoy se esmeran en enseñar lo que se debe hacer,
pero la voz de Dios (como deben hacer aquellos que hablan en su
nombre) pone en claro que no es hacer, sino creer.
Pero tampoco
hay que quedarnos sólo con el verbo que indica acción, porque
surgirá otro error. Muchos que aceptan que se debe usar la fe,
preguntan: ¿Qué debo creer?, cuando lo importante es
enseñarles en quien deben creer. |