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El Hijo del Hombre y los pecadores

TEXTO PARA MEMORIZAR Lucas 19:6

“Entonces él descendió aprisa, y le recibió gozoso.”

INTRODUCCIÓN Lo necesario

La Biblia marca muchas cosas que son necesarias; sería bueno que las buscaras.

El Señor le dijo a Zaqueo una. ¿Cuál fue (19:5Cuando Jesús llegó a aquel lugar, mirando hacia arriba, le vio, y le dijo: Zaqueo, date prisa, desciende, porque hoy es necesario que pose yo en tu casa)?

 

 

¿Cuál había escogido María (10:42Pero sólo una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada.)?

 

 

¿Cuál debían comprender los discípulos (24:46,47 46y les dijo: Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos al tercer día; 47y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén)?

 

 

No todos entienden o aceptan lo que Dios marca como necesario. ¡No seas de éstos!

Si Dios declara que algo es necesario, entonces, ¡no puedes vivir sin ello!

Tres cosas necesarias

LECCIÓN Abrir el corazón

Para ti, ¿qué es recibir al Señor en tu corazón? Muchos usan esta frase, pero, ¿qué se debe entender por ella? Tres detalles del momento cuando Zaqueo recibió al Señor, nos enseñan qué es lo que debemos entender:

1. El Señor dijo: “Hoy es necesario que pose yo en tu casa” (19:5Cuando Jesús llegó a aquel lugar, mirando hacia arriba, le vio, y le dijo: Zaqueo, date prisa, desciende, porque hoy es necesario que pose yo en tu casa). Estaría a la mesa para comer y necesitaría una cama para dormir. No sería una visita fugaz. Cuando le digas: Estás en tu casa, quiere que se lo digas en serio, no repitiendo palabras que se dicen por costumbre.

2. “Descendió aprisa, y le recibió gozoso” (19:6Entonces él descendió aprisa, y le recibió gozoso), es la respuesta a la indicación anterior. Aquí vemos la urgencia y el valor que Zaqueo le dio a las palabras del Señor. No podía aplazarlo para mañana, pues sabía que sería una experiencia maravillosa.

3. Zaqueo dijo: “He aquí, Señor,...” (19:8Entonces Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: He aquí, Señor, la mitad de mis bienes doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado) y se comprometió a compartir lo que tenía con los pobres y pagar sus deudas como le marcaba la ley. El Señor y el pecado no confesado, no compartirán la misma mesa.

Cuando un personaje muy importante llega a una ciudad, le dan, en forma simbólica, las llaves de la ciudad. Esto indicaba, en tiempos antiguos, que lo aceptaban como señor o gobernante.

¿Le has entregado a Cristo las llaves de tu corazón?

PENSAMIENTO Apocalipsis 3:20He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo

Este versículo es muy citado por algunos que predican el evangelio, pero se centran sólo en la primera acción: abrir la puerta, no en el resultado: “cenaré con él, y él conmigo”. Esto nos dice que el que fue invitado a pasar, ahora tiene el lugar principal y único, y él es el que ahora comparte lo que tiene con aquel que lo invitó. El invitado se convierte en Señor.

“El Sembrador”
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