MAYO 25

1 Samuel 2:12-36Ir a la Biblia en línea (sitio externo)

CONTRASTES

¡Qué contraste hay entre la familia de Elcana y la de Elí! En el monte de Efraín había una mujer tejiendo un efod para su hijo y un varón engordando los becerros que traería al altar de Jehová (v. 19Y le hacía su madre una túnica pequeña y se la traía cada año, cuando subía con su marido para ofrecer el sacrificio acostumbrado.). En la ciudad de Silo había una mujer inédita y un hombre sentado en una silla (1:9Y se levantó Ana después que hubo comido y bebido en Silo; y mientras el sacerdote Elí estaba sentado en una silla junto a un pilar del templo de Jehová,).

Había un padre que enseñaba con el ejemplo (v. 19Y le hacía su madre una túnica pequeña y se la traía cada año, cuando subía con su marido para ofrecer el sacrificio acostumbrado.) y un padre que sólo hablaba (vs. 22,2322Pero Elí era muy viejo; y oía de todo lo que sus hijos hacían con todo Israel, y cómo dormían con las mujeres que velaban a la puerta del tabernáculo de reunión. 23Y les dijo: ¿Por qué hacéis cosas semejantes? Porque yo oigo de todo este pueblo vuestros malos procederes.). No nos asombre, pues, la diferencia que encontramos en los hijos. Uno, “era acepto delante de Dios y delante de los hombres” (v. 26Y el joven Samuel iba creciendo, y era acepto delante de Dios y delante de los hombres.) y de los otros leemos: “Era, pues, muy grande delante de Jehová el pecado de los jóvenes” (v. 17Era, pues, muy grande delante de Jehová el pecado de los jóvenes; porque los hombres menospreciaban las ofrendas de Jehová.).

La condenación sobre Elí no se deja esperar: “Has honrado a tus hijos más que a mí” (v. 29¿Por qué habéis hollado mis sacrificios y mis ofrendas, que yo mandé ofrecer en el tabernáculo; y has honrado a tus hijos más que a mí, engordándoos de lo principal de todas las ofrendas de mi pueblo Israel?), y nos deja un fuerte ejemplo a nosotros, padres, sobre el lugar que le damos a los hijos (debemos pensar en Dios primero y no en los hijos); sobre la clase de enseñanza que les estamos dando (debe ser con el ejemplo y apegada a las Escrituras), y sobre cómo empleamos nuestro tiempo (haciendo cosas útiles a nuestro Dios o sentados en una silla). ¿Hemos aprendido la lección?

“El Sembrador”
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