NOVIEMBRE 15

Ezequiel 45:1-25Ir a la Biblia en línea (sitio externo)

EN EL MILENIO (Primera Parte)

Es en esta época (Ap. 20:6Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección; la segunda muerte no tiene potestad sobre éstos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años.), aún futura, en que la visión del templo tendrá su cumplimiento cabal. De ser esto así hay algunas incógnitas difíciles de resolver a primera vista.

Estudiaremos una de ellas hoy: EL PRÍNCIPE (v. 17Mas al príncipe corresponderá el dar el holocausto y el sacrificio y la libación en las fiestas solemnes, en las lunas nuevas, en los días de reposo* y en todas las fiestas de la casa de Israel; él dispondrá la expiación, la ofrenda, el holocausto y las ofrendas de paz, para hacer expiación por la casa de Israel.).

En el Libro de Ezequiel no se lee de un sumo sacerdote como mediador entre Dios y los hombres y sobre quien recae la responsabilidad de gobernar. Haciendo este oficio, Samuel fue rechazado y el pueblo depuso a Dios como su rey (1 S. 8:7Y dijo Jehová a Samuel: Oye la voz del pueblo en todo lo que te digan; porque no te han desechado a ti, sino a mí me han desechado, para que no reine sobre ellos.).

El cuadro milenario ha de concordar con el presentado en Sinaí. Entonces Dios será Rey y habrá, como príncipe, uno que guiará al sacerdocio. Éste no ha de hacer expiación por sus pecados sino sólo por los del pueblo (Lv. 16:11Y hará traer Aarón el becerro que era para expiación suya, y hará la reconciliación por sí y por su casa, y degollará en expiación el becerro que es suyo.; v. 17Mas al príncipe corresponderá el dar el holocausto y el sacrificio y la libación en las fiestas solemnes, en las lunas nuevas, en los días de reposo* y en todas las fiestas de la casa de Israel; él dispondrá la expiación, la ofrenda, el holocausto y las ofrendas de paz, para hacer expiación por la casa de Israel.).

Ha de ser el sumo sacerdote según el orden de Melquisedec (Heb. 7:11,21,2711Si, pues, la perfección fuera por el sacerdocio levítico(porque bajo él recibió el pueblo la ley), ¿qué necesidad habría aún de que se levantase otro sacerdote, según el orden de Melquisedec, y que no fuese llamado según el orden de Aarón? 21porque los otros ciertamente sin juramento fueron hechos sacerdotes; pero éste, con el juramento del que le dijo: Juró el Señor, y no se arrepentirá: Tú eres sacerdote para siempre, Según el orden de Melquisedec. 27que no tiene necesidad cada día, como aquellos sumos sacerdotes, de ofrecer primero sacrificios por sus propios pecados, y luego por los del pueblo; porque esto lo hizo una vez para siempre, ofreciéndose a sí mismo.), quien podrá pasar por la puerta donde ningún mortal puede pasar (44:2,32Y me dijo Jehová: Esta puerta estará cerrada; no se abrirá, ni entrará por ella hombre, porque Jehová Dios de Israel entró por ella; estará, por tanto, cerrada. 3En cuanto al príncipe, por ser el príncipe, él se sentará allí para comer pan delante de Jehová; por el vestíbulo de la puerta entrará, y por ese mismo camino saldrá.).

“El Sembrador”
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