Bildad es menos dogmático que Elifaz, pero también es menos cortés, es el consolador tradicionalista que critica. Reprende a Job por su actitud hacia Dios, pero no lo guía a una actitud correcta. Llega al colmo de la crueldad al referirse a la muerte de sus hijos (v. 4Si tus hijos pecaron contra él, El los echó en el lugar de su pecado.). ¡Cómo debe haber dolido esto!
Como sucedió con el primer consolador, Bildad también dice algunas verdades. Su exhortación a Job (vs. 5-75 Si tú de mañana buscares a Dios, Y rogares al Todopoderoso; 6 Si fueres limpio y recto, Ciertamente luego se despertará por ti, Y hará próspera la morada de tu justicia. 7 Y aunque tu principio haya sido pequeño, Tu postrer estado será muy grande.) viene muy al caso para el creyente que alberga algún pecado en su vida. Elifaz apoyó sus acusaciones en una visión (4:13-1713 En imaginaciones de visiones nocturnas, Cuando el sueño cae sobre los hombres, 14 Me sobrevino un espanto y un temblor, Que estremeció todos mis huesos; 15 Y al pasar un espíritu por delante de mí, Hizo que se erizara el pelo de mi cuerpo. 16 Paróse delante de mis ojos un fantasma, Cuyo rostro yo no conocí, Y quedo, oí que decía: 17 ¿Será el hombre más justo que Dios? ¿Será el varón más limpio que el que lo hizo?); Bildad es tradicionalista y apela al pasado (vs. 8-10Porque pregunta ahora a las generaciones pasadas, Y disponte para inquirir a los padres de ellas). Pero ni los sueños ni las tradiciones son de confianza.
El junco no puede crecer sin lodo ni el prado sin agua (v. 11¿Crece el junco sin lodo? ¿Crece el prado sin agua?). Nosotros tampoco creceremos si no estamos plantados junto a arroyos de aguas. Comparemos los versículos 11-19Ir a la Biblia en línea con el Salmo 1Ir a la Biblia en línea (sitio externo).
Bildad cierra su discurso con una gran verdad: “Dios no aborrece al perfecto” (v. 20He aquí, Dios no aborrece al perfecto, Ni apoya la mano de los malignos.). Afirmaba que Job sufría por su pecado porque no sabía que Dios había dicho que Job era “perfecto y recto” (1:1,81Hubo en tierra de Uz un varón llamado Job; y era este hombre perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal. 8Y Jehová dijo a Satanás: ¿No has considerado a mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal?; 2:3Y Jehová dijo a Satanás: ¿No has considerado a mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal, y que todavía retiene su integridad, aun cuando tú me incitaste contra él para que lo arruinara sin causa?).